Otras tres máquinas de minería estaban listas para seguir abasteciendo al laboratorio

► El gasto de la infraestructura quedaría amortizado con solo 24 horas de producción, en las que generarían droga valorada en seis millones de euros ► Se sospecha la existencia de más estructuras del tipo de la encontrada Cerdedo-Cotobade
Emilio Rodríguez, jefe de Greco Galicia, durante la visita realizada por este periódico a la nave de Mourente en la que los narcos extraían la pasta base. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Emilio Rodríguez, jefe de Greco Galicia, durante la visita realizada por este periódico a la nave de Mourente en la que los narcos extraían la pasta base. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La vía de entrada de la pasta de coca era el puerto de Leixoes, en el extrarradio de Oporto. El método no podía ser más contundente: máquinas de minería, de las que se emplean para triturar piedra, de varias toneladas de peso y un volumen colosal. Dentro de uno de los rodamientos metálicos, de unos dos metros de largo y uno de ancho, se ocultaba la sustancia. El hallazgo de la misma por la Polícia Judiciária fue una de las claves para desmantelar el primer gran laboratorio de procesado de cocaína a partir de pasta de coca en Europa. Un mes y medio después del hallazgo, Diario de Pontevedra ha regresado al laboratorio y ha podido introducirse por vez primera en la nave de Mourente en la que se incautó el gran alijo de 1,3 toneladas. El jefe de la investigación, Emilio Rodríguez -responsable del Greco Galicia de la Policía- fue un paso más allá. "Tenían otras tres máquinas preparadas para su envío", desveló. "Al menos uno de los investigados tenía relaciones con negocios de minería. De ahí pudieron tener la idea de exportar siguiendo este sistema".

El hallazgo del laboratorio marca un antes y un después en las investigaciones policiales. "Hemos observado que la situación actual del narcotráfico hace que las organizaciones busquen nuevas formas de trabajar con el único objetivo de obtener un mayor beneficio", detalla el inspector jefe.

"La idea es abaratar y acelerar el proceso. El precio de la pasta base es muy bajo en origen, y si, como ocurría en este caso, disponen de una vía para enviarla aquí, el proceso resulta mucho más rentable para ellos", explica.

La red criminal manejaba toda una estructura para dotar al laboratorio de los elementos precisos sin levantar sospechas. Para adquirir los productos químicos, por ejemplo, empleaban un engranaje que incluía compras poco a poco, 'enfriamiento' en un punto seguro y posterior envío a Pontevedra. Así llegaron 26.000 litros de precursores sin levantar sospechas. Más problemas tuvieron para sacar la máquina del puerto de Oporto, pues la Unión Europea solo autoriza la llegada de esta clase de maquinaria para determinadas actividades. La cooperación policial sirvió para controlar su llegada a Mourente.

Otro de los elementos que servían a la red criminal, liderada por capos colombianos y mexicanos en alianza con una organización con base en las Islas Canarias, para elevar sus beneficios, era el escasísimo salario que abonarían a los 'trabajadores', que, explica Rodríguez, Westaban en un régimen que rozaba la esclavitud y formaban parte del nivel más bajo del grupo delictivoW. En un solo día del laboratorio a pleno rendimiento podía obtenerse cocaína por valor de 6 millones de euros.

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