Varios pacientes del Punto de Atención Continuada (PAC) de A Parda presentaron este domingo reclamaciones ante el Sergas para denunciar los largos tiempos de espera a los que se vieron sometidos por la falta de un médico.
El ambulatorio, que tendría que estar con tres facultativos en el turno de mañana (de 10.00 a 22.00 horas), funcionó con una plantilla reducida a dos doctores, de los que, además, uno tuvo "varias salidas a domicilios y a Montecelo", por lo que la asistencia quedó en varios momentos del día en manos de una única doctora. A mitad de la tarde había "más de 15 personas aguardando" para acceder a consulta y varias de ellas ya habían superado las "tres horas" de espera.
Según denunciaron las fuentes consultadas, la tercera médica que estaba prevista para el turno de mañana fue desviada al PAC de Caldas de Reis para reforzar al facultativo que estaba en activo.
La situación se repitió en otros puntos del área sanitaria. Por ejemplo, en el ambulatorio de Marín, donde trabajó un único médico en el turno matutino (cuando deberían ser dos) y donde la cobertura del turno de noche estuvo en el aire hasta bien avanzada la jornada.
Precisamente la falta de personal es uno de los motivos por los que los trabajadores de los PAC siguen "en pie de guerra" y continúan con la huelga indefinida iniciada el pasado 7 de enero. Otro punto de fricción que impide llegar a un acuerdo con el Sergas es que los sanitarios exigen el pago inmediato de los complementos de nocturnidad y festividad que fueron acordados hace años y que la Consellería propone abonar de forma progresiva en los próximos dos años.
En el caso particular de A Parda, el personal del PAC asiste las urgencias no hospitalarias de una población diana compuesta por 126.000 pacientes repartidos entre los concellos de Pontevedra, Poio, Vilaboa, Barro, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro, A Lama, Ponte Caldelas y Soutomaior. Además, ofrecen asistencia a domicilio y en carretera a las personas de esos concellos.
