La pandemia precipita el cierre de Celestino Abreu e Hijos

El histórico concesionario de coches que representa a Citroën y Hyundai está inmerso en un concurso de acreedores
Exterior del concesionario Celestino Abreu en Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Exterior del concesionario Celestino Abreu en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Uno de los concesionarios de coches más antiguos de la ciudad echa el cierre en un contexto marcado por la pandemia del coronavirus y la cruel crisis del sector derivada de dicha situación. Es el grupo Celestino Abreu e Hijos, que representa las marcas Citroën y Hyundai en la avenida de Lugo. Según avanzó Radio Pontevedra, la empresa se encuentra inmersa en un concurso de acreedores.

El establecimiento cerró sus puertas el pasado 14 de marzo, debido al estado de alarma, pero ya no las volverá a abrir. Actualmente estaba gestionado por la tercera generación de la familia Abreu.

Su historia se remonta a 1954, cuando Celestino Abreu Antas, fallecido en 2009, se estableció por su cuenta en un local muy cercano a la basílica de Santa María después de empezar a trabajar como mecánico casi desde niño. Dos años después el taller se trasladó a su nueva ubicación, al lado de la desaparecida fábrica de gaseosas Eduardo Feijóo.

En 1960 Citroën nombró a Abreu agente oficial, en 973 inauguró sus terceras instalaciones, en la avenida de Lugo, y en 1977 la marca automovilística francesa le autorizó a crear el concesionario oficial en Pontevedra.

No fue todo un camino de rosas. Las sucesivas crisis, como la del 2008, hicieron mella en el sector y Abreu no fue ajeno. De hecho, en 2013, la coyuntura económica golpeó con fuerza a este concesionario y después de dos años con un ERE, acabó despidiendo a la mitad del personal y vendiendo la mitad de sus instalaciones. En 2015 empezó a comercializar Hyundai.

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