El parque infantil de Médico Ballina se abrirá al público la semana que viene. Así lo avanzó este miércoles el concejal de Medio Natural, Iván Puentes, que asegura que la inauguración del equipamiento está pendiente de un último trámite con Adif, antiguo titular de la parcela sobre la que se ha construido esta zona de juegos.
Las obras han finalizado después de varios imprevistos. Uno de ellos tuvo que ver con la larga tramitación con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y el otro con el parón obligatorio de los trabajos por el confinamiento derivado de la crisis sanitaria del coronavirus.
La actuación la realizó la empresa zamorana Bricantel España S.L. El coste de la misma ascendió a 157.530,79 euros, lo que supuso casi un 10% menos de los 175.000 euros presupuestados inicialmente. Aunque el plazo de ejecución era de tres meses, el calendario se vio trastocado por la pandemia.
El parque infantil de Médico Ballina se dividirá en dos partes, según la edad de los niños. Habrá un área de estancia para acompañantes y niños y otra trasera con juegos infantiles.
El proyecto preveía la instalación de al menos cuatro bancos, papeleras y mesas de juego en la entrada a la instalación municipal. También una zona para jugar al tenis de mesa y una fuente adaptada para personas con movilidad reducida.
El ámbito dedicado a los más pequeños contemplaba al menos un juego inclusivo y columpios. El equipamiento incluía una tirolina y un juego de cesta múltiple, así como paneles lúdicos para jugar al tres en raya y un laberinto inclusivo.
La firma adjudicataria se compromete a realizar inspecciones integrales al menos una vez al año para garantizar el buen estado del parque infantil. En el contrato firmado con el Concello también repondrá las piezas que se estropeen durante un período de 15 años.
CINCO AÑOS. El parque infantil de Médico Ballina será una realidad cinco años después de que los vecinos reclamasen este servicio al Gobierno local. La solicitud de los residentes en Lérez se remonta a 2015, cuando el vecindario inició una serie de movilizaciones.
Entonces, la instalación era solo una promesa y el recorrido administrativo del proyecto fue largo. En 2016 se formalizó el primer trámite, con la cesión del solar por parte de Adif. La parcela cuenta con una superficie de 1.198,42 metros cuadradados.
El contrato para la construcción del área de juegos se formalizó el 28 de agosto de 2019. Pero la concesionaria, Bricantel España, no pudo comenzar las obras porque Pontevedra carecía del permiso del organismo estatal. Pontevedra había solicitado esta autorización un mes después de cerrar la adjudicación del parque infantil.
Esta demora se explica porque el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, que depende del Ministerio de Transportes, quería cerciorarse de que los trabajos no interfiriesen en el tráfico ferroviario. En paralelo, el departamento estatal solicitó el pago de una tasa, que el Concello satisfizo para desbloquear el proyecto.
