El parque inmobiliario vuelve a ser diana de los agentes financieros

Los inversores regresan al sector de la construcción ante la baja rentabilidad de los productos bancarios

Edificio en construcción en A Parda, en el que solo queda un piso en venta. A. COLLAZO
photo_camera Edificio en construcción en A Parda, en el que solo queda un piso en venta. A. COLLAZO

Los temores infundidos por la burbuja inmobiliaria han perdido fuelle en favor de un sector de la construcción que parece empezar a coger aire. Tras varios años de inactividad, el mundo del ladrillo resurge de sus cenizas, amparado por unos síntomas de recuperación económica que anima a las tres partes implicadas en este negocio: promotoras, clientes e inversores.

Estos últimos han retornado al mercado inmobiliario, movidos por una rentabilidad que ahora mismo son incapaces de ofrecer los productos típicos financieros y los movimientos de capital. Según la consultora internacional Savills Aguirre Newman, el volumen de inversión inmobiliaria alcanzó el año pasado los 9.200 millones, un 9% más respecto al año anterior. Según los agentes locales, este tipo de inversión también se está percibiendo a nivel gallego y provincial, donde las grúas han vuelto a formar parte del paisaje urbano.

El vicepresidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin), Arturo Ramírez, indica que las entidades inversoras están apadrinando algunas de las operaciones inmobiliarias en marcha, especialmente las de "cierto tamaño". "En algunos casos hablamos de entidades financieras que apuestan por esta vía para sacar sus activos adelante. En otros, se puede hablar de agentes financieros, del tipo fondos de inversión o sociedades de inversión patrimoniales, que ven en esto una alternativa para mejorar la rentabilidad de sus activos financieros".

Promotoras locales lanzan proyectos paralizados pro la burbuja movidas por una creciente demanda de obra nueva

En Pontevedra ciudad hay varios ejemplos. En los terrenos de Tafisa tres entidades financieras están promoviendo dos complejos residenciales con capacidad para 272 viviendas. Se trata de Metrovacesa, sociedad perteneciente al Santander; Sabadell Real Estate Development, que opera a través de la inmobiliaria Solvia, y Buldingcenter S.A., filial de Caixabank. Además, cabe reseñar otros supuestos, como el de Ribeira Galisim Inversiones Inmobiliarias, una firma con sede fuera de Pontevedra que ha llegado a la capital para comercializar otras 31 viviendas.

ESFERA LOCAL. Las promotoras tradicionales, más focalizadas en el área local, están impulsando otros proyectos en distintos puntos de la ciudad. En este caso, motivadas por la creciente demanda de obra nueva y un número de reservas sobre la mesa que garantizan la viabilidad de la obra.

Balboa y Buceta prevé iniciar en el plazo de un mes la construcción de 28 viviendas, de las que cerca de la mitad ya están vendidas. Se construirán en el número 91 de la Avenida de Vigo y tendrán una, dos y tres habitaciones. El precio: a partir de 79.000 euros. La promotora dio el paso porque «en el último año vimos un repunte de demanda» y el volumen de reservas ya alcanza el porcentaje aconsejable.

Florida S.L., perteneciente al grupo Mirón y Gutiérrez, promoverá otras 26 viviendas en la calle Leitugas (a unos metros de Eduardo Pondal) con dos, tres y cuatro dormitorios. El precio parte de los 140.000 euros y más del 50% de los pisos está reservado. "Este año empezamos la obra seguro. A poder ser, en verano", señalaba la promotora.

La directora territorial de Abanca en Pontevedra, Carmen Fernández Penas, explica que el tipo de interés, "en mínimos históricos", está animando a los clientes con liquidez a apostar por productos financieros, como los fondos de inversión, y a recurrir al sector inmobiliario, "un mercado que continúa su tendencia alcista como reflejo de la buena marcha de la economía española".

El 50% de algunas promociones, vendidas

Fernández advierte de que el negocio inmobiliario está registrando un crecimiento moderado, "con unos niveles de actividad y precios muy lejanos a los anteriores a la crisis", pero también incide en que se percibe "una mayor demanda de financiación y, en consecuencia, mayor apetito de las entidades financieras por la inversión en el negocio inmobiliario, tanto a través de la financiación al promotor como a través de la formalización de préstamos hipotecarios a familias para la adquisición de vivienda". En el caso particular de Abanca, la entidad destinó el año pasado más de 820 millones a la formalización de hipotecas para primera vivienda, casi un 18% más que el ejercicio anterior, y concedió más del 30% de las hipotecas cuantificadas en la comunidad gallega.

¿Y a quién va dirigida la obra en construcción? En la opinión de Arturo Ramírez, las promociones que se están gestando en Pontevedra "no van orientadas hacia una clientela financiera, sino hacia el cliente finalista, que ocupará la vivienda". Eso sí, ello no quita que la tendencia pueda cambiar: "Con la aparición en Galicia de más agentes financieros desarrollando sus activos puede que se animen más los inversores con vistas al alquiler".

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