Los partidos se lanzan a por los diez mil indecisos de Pontevedra en la recta final de la campaña

El comportamiento de este 25% del electorado podría generar una futura corporación de cinco partidos, o solo con tres, sin Marea ni Ciudadanos

Los electores que todavía no han elegido su voto tienen la llave de la futura corporación municipal en Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Los electores que todavía no han elegido su voto tienen la llave de la futura corporación municipal en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Recta final de campaña y hervidero en los cuarteles generales de los principales partidos para arañar parte del 25% de indecisos que decidirán la composición del Concello de Pontevedra los próximos cuatro años. Son no menos de 10.000 electores según las últimas cifras de participación en unas municipales.

La demoscopia precide que la futura corporación local podría contar con un máximo de cinco partidos (los mismos que componen el Concello ahora), pero también abre la puerta a que Marea y Ciudadanos pierdan toda su representación. El sprint final de los próximos cuatro días será clave para disipar las dudas.

Al margen de que ninguna formación admita fiarse de las encuestas, lo cierto es que sus mensajes para estos últimos días buscarán la eficacia y se olvidarán de lo accesorio. Por ahora, el pronóstico es favorable al BNG. Todo apunta a que gobernará, pero los cálculos le sitúan al borde de lograr (o no) su primera mayoría absoluta, con una horquilla de entre 12 y 13 concejales. Además, la subida del Bloque, siempre según las encuestas, sería proporcional a la caída de Marea. El equipo nacionalista lo sabe y enfocará su estrategia en el difícil equilibrio de captar más voto de izquierda sin perder el apoyo de los simpatizantes del PP satisfechos con el modelo Lores.

Los populares, que comenzaron la campaña con malos pronósticos demoscópicos, van creciendo en los estudios, que ahora confirman la posibilidad de que la lista de Rafa Domínguez sea capaz de eludir el efecto caída del 28A y repetir los 7 concejales alcanzados en 2015 o, incluso, subir uno. Y las mismas pesquisas a pie de calle aclaran que esa franja de votos se la van a jugar, fundamentalmente, con Ciudadanos.

En el PSOE, el efecto Sánchez parece confirmar un ascenso seguro con un edil más (4) o incluso dos en el mejor escenario. Y de nuevo aquí el crecimiento socialista parece depender de lo bien o mal que resista Marea, amenazada en estos momentos por el mal resultado de las generales, después directamente por el Bloque y el PSOE, y también por la dispersión de voto que provoque la candidatura local de Podemos, sin posibilidad a priori de obtener representación pero con capacidad para dividir el caladero de votos del que se alimentó Marea hace cuatro años.

De hecho, tanto Marea como Ciudadanos se juegan esta semana seguir en el pleno del Concello de Pontevedra o quedarse al margen. No así el resto de formaciones sin representación municipal, que en todos los sondeos siguen por debajo de los 2.300 votos que se suponen necesarios para obtener un concejal, pero que podrían ser más si la participación supera el 60,2% registrada en 2015.

Así las cosas, el Bloque tiene todas las esperanzas depositadas en la mayoría absoluta de Lores. La ven posible por primera vez en los últimos veinte años y el candidato ha ordenado máximo esfuerzo en esta semana, para la que guardan nuevos anuncios en línea con el modelo de ciudad que tan buenos resultados les ha dado en los últimos cuatro años. El BNG se juega la posibilidad de gobernar sin depender de nadie y Lores quiere rubricar así su dilatada trayectoria al frente de la Alcaldía.

En la cocinas popular las cuentas son otras. Saben que su posición final depende de los votos que sean capaces de recuperar entre los que hace cuatro años votaron a Lores aún siendo del PP, pero sobre todo en los que apostaron entonces por Ciudadanos. De ahí que sus mensajes se dirijan por igual al electorado de centro, que tantos disgustos les costó en las Generales del pasado 28 de abril, y al descrédito de la radicalidad que se le supone al BNG. Además, con las encuestas en la mano, el Partido Popular considera posible recuperar la Deputación siempre que no haya un descalabro en Vigo, donde parten con 7 concejales y donde ahora mismo los sondeos abren una incierta horquilla desde los 3 hasta los 7 ediles.

Dentro del equipo socialista, la consigna es la discreción. El equipo de Tino Fernández no quiere fallos en esta semana y aspira a dejarse llevar por la ola de éxito que arrastra a los socialistas, sin estridencias que puedan ser malinterpretadas. De acuerdo con los informes electorales, el PSOE estaría en condiciones de arañar votos, fundamentalmente de Ciudadanos y de Marea. Pero el gran objetivo de todas las formaciones es captar ahora parte del voto indeciso, hasta 10.000 electores en Pontevedra, suficientes para cambiar hasta tres concejales en cualquier dirección.

Estimaciones

BNG ►12-13
Algún sondeo habló de 11 concejales, pero la mayoría sitúan al BNG en posición de repertir los 12 ediles que ya tiene o lograr mayoría absoluta, con 13.

PP ►5-8
El PP partió con bajas expectativas (5 concejales a partir de los 7 actuales) pero fue mejorando en los sondeos, que le dan la posibilidad de subir hasta los 8.

PSOE ►4-6
El peor pronóstico demoscópico del PSOE es quedarse como está (4 concejales) pero algunos sondeos hablan de un ascenso hasta los seis ediles.

MAREA ►0-2
Marea acostumbra a luchar contra las encuestas. Los sondeos más pesimistas lo dejan fuera del Concello. Los mejores, dicen que repetirá con 2.

CIUDADANOS ►0-2
Cs tiene el abanico de lo mejor y lo peor al alcance de la mano. O repetir 1, o subir hasta 2, o quedarse fuera de la nueva corporación. Todo es posible.

VOX, CXG, PODEMOS Y ADCG ►Sin representación
Aunque la campaña arrancó con grandes expectativas tanto para Vox, a partir de los buenos resultados de las generales de abril, como para Podemos, por el tirón nacional del partido, lo cierto es que ninguna encuesta concede a estas dos formaciones la más mínima posibilidad de superar el listón del 5% que les situaría en posición de disputar uno o más concejales. Esta barrera, en Pontevedra, oscila entre los 2.300 y los 2.900 votos, en función de la participación.

En la última convocatoria municipal, 2015, Cs obtuvo 2.600 votos y se quedó con un único edil. La extensa franja de indecisos deja, sin embargo, una puerta abierta a la esperanza tanto de Vox como de Podemos y también CxG y la agrupación Ciudadanos de Galicia.

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