"Pasé tres meses sin encontrar piso por tener dos perros"

Fernando Requena se enfrentó a dos problemas para alquilar: ser extranjero y tener dos mascotas
Personas mirando la oferta de pisos de una inmobiliaria. DP
photo_camera Personas mirando la oferta de pisos de una inmobiliaria. DP

La situación se da en toda Galicia. Es el caso de Fernando Requena y su pareja, Karina, que consiguieron un alquiler después de tres meses de llamadas, algún intento de estafa y muchas negativas. Lograron un alquiler en el barrio de A Milagrosa (Lugo), sin ascensor ni garaje, por 340 euros al mes.

Al final, le salió bien de precio pero antes Requena tuvo que oír distintas ofertas que oscilaban entre los 550 y los 700 euros, en cuanto les comunicaba a los distintos propietarios que tenía dos perros de tamaño mediano, unos bulldog franceses. "Me fue casi imposible conseguir un piso. La mayoría ya no te alquila si tienes mascota —¡Cuánto más si son dos!— y si lo hacen, te cobran más. Al final, nos quedamos con un ático pequeñito, en una casa de 60 años, que tiene dos habitaciones, una cocina y un baño", afirma Fernando.

En esos tres meses, se cansó de oír la frase "no acepto mascotas" y, en una ocasión, cuenta que se pusieron en contacto con él unas personas que le pedían un dinero por anticipado para alquilar, lo que le hizo sospechar de una posible estafa.

Fernando asegura que "pensé que iba a ser más fácil" porque, además de tener dos perros, se da otra circunstancia a la que también tuvo que enfrentarse: ser extranjero. "En cuanto oían mi voz y se daban cuenta del acento extranjero me decían que el piso ya estaba alquilado, ya no querían saber nada. Así que, al final, cogí lo que cogí porque no me quedaba ya otra opción y tampoco me salió tan mal de precio viendo lo que había por ahí adelante", comenta.

Reactivación: El Concello proyecta la creación de una oficina específica para vivienda
El Concello de Pontevedra proyecta la creación de una oficina específica para asuntos relacionados con la vivienda, con el objetivo de facilitar que más personas residan en la ciudad y que las que ya viven en el municipio tengan información de primera mano sobre ayudas para la rehabilitación o la mejora de la eficiencia energética de sus domicilios. En la actualidad, la ciudad cuenta con un parque residencial formado por unas 40.000 viviendas, según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística. El Concello tiene en marcha dos planes vinculados a la rehabilitación de estos espacios. Son los denominados ARI.

La primera Área de Rehabilitación Integral comenzó en 2007 y se centró en Estribela. Tras varias convocatorias de subvenciones, en las que han colaborado económicamente el Gobierno central y la Xunta, el barrio se enfrenta a una nueva su décima fase, en la que se prevén hasta 25 posibles obras. El casco histórico, que entra en su quinto ARI, contempla hasta 50 proyectos de rehabilitación. Entre la zona vieja y Estribela se movilizarán cerca de 700.000 euros en ayudas públicas. El Concello aspira a ampliar este programa a otros barrios de la ciudad, concretamente a Monte Porreiro.

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