El paseo a Marín se blinda contra los accesos furtivos

Hasta ahora, peatones y ciclistas transitaban por la zona de obras sin control
El nuevo cordón de seguridad llega hasta la rotonda de Celulosas. M.B.
photo_camera El nuevo cordón de seguridad llega hasta la rotonda de Celulosas. M.B.
La alerta lanzada por la Subdelegación del Gobierno y las autoridades policiales ha surtido efecto y la constructora San José, encargada de construir el nuevo paseo a Marín, procedió la pasada semana a reforzar el vallado de la zona de obras para impedir el acceso de personas no autorizadas, que se había convertido en una práctica habitual por parte de cientos de transeúntes y ciclistas, con el riesgo que supone entrar en una zona en obras.

Las vallas que había hasta ahora –facilmente movibles por los invasores– han sido reforzadas con un segundo cordón de protección, más firme, cuya extensión llega hasta la rotonda de Celulosas, lo que hace practicamente imposible una entrada accidental.

Al mismo tiempo, los obreros han vuelto a trabajar en la zona, aprovechando la ausencia de las persistentes lluvias que habían obligado a paralizar los trabajos.

Los últimos retoques consisten en consolidar los puntos de luz y colocar los pendientes, afianzar las barandillas y supervisar el firme. El siguiente y definitivo paso, cuando el tiempo lo permita, será asfaltar todos los tramos de carretera, lo que permitirá dar por rematada la obra.

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