Altri anuncia su entrada en Galicia para pilotar la fábrica de fibras textiles que impulsa la Xunta

El proyecto le fue ofrecido a Ence, que rechazó su participación en el consorcio público-privado que aspira a obtener financiación de los Next Generation y donde están implicadas Abanca, Reganosa y Sogama
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photo_camera Imagen de la planta de Ence en Lourizán. RAFA FARIÑA

La portuguesa Altri anunció este viernes que será el inversor y tecnólogo que impulsará la biofábrica de fibras textiles a partir de la madera de los montes gallegos, una planta que la Xunta anunció como uno de los proyectos tractores con los que Galicia concurrirá a los fondos Next Generation. La idea es producir viscosa, lyocell y modal con celulosa, residuos agrícolas y textiles e incluso con papel y cartón.

La noticia sembró la confusión entre los trabajadores de Ence, que seguían pendientes de la noticia y trataban de interpretar si esta confirmación podría tener algo que ver con una posible salida laboral en caso de un cierre de la pastera en Pontevedra.

La Xunta ya mantuvo conversaciones con Ence para ofrecerle la posibilidad de ser el socio industrial en este proyecto. Pero la compañía rechazó esta posibilidad alegando que ya tenía previsto producir viscosa en su planta asturiana, convertida ahora en su 'plan b' en caso de que se vea obligada a cerrar su fábrica en Lourizán.

Allí será donde se traslade la producción que ahora sale del complejo fabril ubicado en la ría pontevedresa si los recursos presentados ante el Supremo contra la anulación de la prórroga para ocupar la costa hasta 2073 no prosperan.

La duda es qué ocurriría con los empleados en este supuesto, cerca de 500 directos y casi tres mil inducidos en la comarca. La plantilla sigue pendiente de que Gobierno central y Xunta busquen una solución a la encrucijada judicial de Ence.

La empresa, al menos por ahora, descarta cualquier hipótesis de trasladar la fábrica a cualquier otro lugar de Galicia, algo que defienden tanto el Concello de Pontevedra como el Gobierno central. A Ence se le ha planteado la posibilidad de que ese hipotético traslado cuente con fondos europeos e incluya la posiblidad de cerrar el ciclo productivo con una fábrica papelera. Pero la compañía sigue diciendo que no existe localización posible en Galicia. Y repite a los inversores que en Asturias tiene ya licencias y proyecto para ampliar su fábrica actual y asumir su producción pontevedresa.

La Xunta apoya la alternativa planteada por una parte de los trabajadores para que los terrenos de Lourizán se adscriban al puerto y se queden de esta forma al margen de la Ley de Costas. La opción será trasladada al Consello Consultivo para que emita un informe que, si es positivo, permitirá trasladar una propuesta formal al Gobierno, único que tendría la capacidad real de abordar un cambio de este tipo en la titularidad del suelo. Sin embargo, los portavoces del Gobierno se han negado hasta ahora a valorar esta opción y aseguran que sería ilegal y que hay precedentes jurídicos en contra.

Con esta duda sobre su futuro encima de la mesa, lo cierto es que la Sociedade para o Desenvolvemento de Proxectos Estratéxicos de Galicia (Impulsa Galicia) -que integran la Xunta (40%), Abanca (38%), Reganosa (12%) y Sogama (10%)- desveló este viernes la identidad del socio industrial que estará detrás del proyecto de una nueva fábrica de viscosa en Galicia.

La plantilla de Ence no sabe si cabría la posibilidad de un posible emplazamiento de esta fábrica en la comarca pontevedresa, ni tampoco si sería posible que absorbiera sus empleos en caso de que Ence se vaya de Galicia.

El propio presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, afirmó hace unas semanas que en Galicia «cabrían dos pasteras», aludiendo a la posibilida de que Ence se mantenga en Lourizán, sin renunciar a este proyecto para producir fibras textiles a partir de la pasta maderera. Desde este viernes se sabe que e socio industrial para esta opción será Altri.

La elección de la compañía portuguesa surge tras realizarse un proceso de selección "internacional". Ante una planta que exigirá un desembolso estimado en unos 800 millones, Altri se compromete a "explorar alianzas con toda a cadea de valor" del forestal y a costear el diseño y desarrollo de la iniciativa.

La firma lusa sitúa el acuerdo definitivo, que supedita a la «verificación de un conjunto de condiciones precedentes», en la segunda mitad de 2022.

Impulsa Galicia ayudará a localizar un emplazamiento y también con el papeleo. La sociedad público-privada que dirige Enyd López destaca que, con esta factoría, Galicia promoverá la gestión de madera certificada y "contribuirá á recuperación do rural", además de atender la creciente demanda de fibras ecológicas, "de calidade e fabricadas en proximidade".

Tras constituirla en mayo, la Xunta encomendó a Impulsa Galicia captar inversiones y promover la colaboración entre instituciones públicas y privadas para crear nuevas industrias que permitan promover un modelo económico "verde e dixital", aprovechando los millones que llegarán de Europa. En cuanto a Altri, que cotiza en la Bolsa lusa, ingresó 616 millones de euros en 2020, un año que cerró con un beneficio neto de 35 millones.

Por ahora, los trabajadores de Ence no tienen en ningún caso claro que la adscripción de los terrenos de Lourizán al Puerto sea posible. La Asociación pola Defensa da Ría (APDR) envió una carta esta misma semana al Consello Consultivo pidiendo a sus miembros que no se presenten a informar favorablemente esta operación y citando precedentes jurídicos en contra de este tipo de procedimientos.

Objetivo: producir 200.000 toneladas de textil sostenible 
Utilizando como materia prima principal la madera gallega y restos reciclados de la industria textil, la hoja de ruta fija una producción de 200.000 toneladas al año de fibras sostenibles como el lyocell.

1.500


Son los empleos directos estimados. La construcción exigirá a unos 1.700 profesionales, según los promotores.

Clientes potenciales

En un comunicado, Altri explicó que la intención es abastecer al textil del noroeste.

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