Patrimonio autoriza el diseño para peatonalizar el puente de O Burgo

El ente autonómico dio luz verde al anteproyecto presentado por el Concello, que prevé ejecutar la obra en este mandato
Puente de O Burgo, con el de los Tirantes al fondo
photo_camera Puente de O Burgo, con el de los Tirantes al fondo

La Comisión de Patrimonio de la Xunta de Galicia ha dado su OK al anteproyecto para peatonalizar el puente de O Burgo. Así lo indicó este miércoles el portavoz municipal, Raimundo González Carballo, quien expresó la satisfacción del Gobierno local después de que el ente autonónimo haya autorizado la actuación, un trámite indispensable teniendo en cuenta que el puente está catalogado como Ben de Interese Cultural (BIC).

Según precisó la Administración capitalina, superado este paso, ahora comenzará la redacción del proyecto definitivo para luego licitar las obras, ya que, aunque no hay un calendario concreto, la intención del Concello es llevarlas a cabo durante el actual mandato.

La actuación cuenta con un presupuesto de 1.853.046 euros (impuestos incluidos) y el plazo de ejecución estimado es de un año. Tal y como había anunciado en su día el Gobierno local, la remodelación y peatonalización de este entorno se acometerá en tres zonas. En la primera de ellas, de 836 metros cuadrados, se construirá un gran paso de peatones para enlazar el viaducto con la Praza de Valentín García Escudero y su entorno.

La actuación cuenta con un presupuesto de 1.853.046 euros (impuestos incluidos) y el plazo de ejecución estimado es de un año

La segunda intervención será en el propio puente, que ocupa una superficie de 1.780 metros cuadrados. Allí se instalará una plataforma única, con grandes losas de piedra similares a las del entorno peatonal de la Audiencia Provincial, recuperando los siete metros de ancho de la actual calzada e incorporando los cuatro metros de aceras (por ambos lados) para uso de los viandantes.

GUÍA PARA PEREGRINOS. El proyecto también prevé la dotación de nuevos puntos de luz. Ninguno será vertical para no distorsionar la imagen del puente. Todas las luces, de tecnología led, se instalarán en el suelo y en la nueva barandilla de acero galvanizado. Estas últimas emitirán un tono azul, el mismo que se usa para marcar el Camiño de Santiago. De esta forma se hará un guiño a los peregrinos que a diario transitan por el lugar.

La tercera parte de la obra será en el área Norte, en el entronque con la avenida de Domingo Fontán. Allí se creará una plaza pública de 4.141 metros cuadrados, que se usará para actividades de ocio y cultura. Habrá árboles, bancos y nuevo mobiliario, lo que obligará a suprimir la rotonda de la estación de servicio. Los dos carriles para el tráfico rodado se mantendrán.

La transformación de la gasolinera y del parking disuasorio se acometerán a largo plazo y no se incluirán en el proyecto de peatonalización del puente.

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