Una situación excepcional requiere de medidas excepcionales. Pero no todas van acordes a las necesidades del momento y resultan claramente insuficientes. Es la lectura que realizan los empresarios sobre el Real Decreto-ley 8/2020 aprobado por el Gobierno el pasado martes con medidas económicas para hacer frente al impacto del Covid-19.
Y van más allá al alertar de una severa crisis económica una vez se haya superado la sanitaria. “Lo realmente preocupante será el día después y es necesario articular medidas cuanto antes. La emergencia económica ya está aquí, desde el momento en que hay que cerrar empresas”, destaca José María Corujo, presidente de Aempe.
Sobre la angustia que se vive estos días en muchas empresas, matiza que “con la soga al cuello estamos casi todos, por eso es necesario un esfuerzo entre todas las partes y que la recuperación no caiga solo en la espalda de los empresarios o de los trabajadores”. A este respecto, insta a que “todas las administraciones se pongan las pilas: la central en la parte que le toca de los impuestos, pero también la autonómica y la local”.
Su homólogo de la CEP, Jorge Cebreiros, entiende que el paquete de medidas aprobado por el Gobierno tiene una doble trampa que penalizará a los pequenos empresarios. “La primera es justificar, para poder acogerse a un Erte, unas pérdidas del 75% en este trimestre cuando todavía no ha acabado marzo; la segunda, es garantizar el empleo durante seis meses cuando ni siquiera sabemos lo que pasará la próxima semana”.
José María Corujo: "Desde el momento en que te cierran empresas, la emergencia económica ya está ahí y es necesario articular medidas inmediatas entre todos"
AVALANCHA DE ERTE. La primera realidad que corrobora las críticas de la patronal se vio ayer, primer día en que las empresas afectadas por los cierres cautelares podían solicitar un Erte, lo que literalmente colapsó la administración. “Ha sido una avalancha que ha provocado un atasco lógico, porque este modelo de Erte exprés es una novedad y la administración no estaba preparada para gestionarlo”, explica Corujo.
Mucho más crítico es Cebreiros, quien sostiene que “se está gestionando una crisis sin precedentes con instrumentos del pasado. La administración electrónica no está preparada para esto y debemos apelar al sentido común”.
La patronal está especialmente preocupada por los numerosos autónomos, pequeños y medianos empresarios, que afrontan esta situación con una gran incerteza. “Las mutuas han pedido que esperemos al lunes, porque se supone que desde el Gobierno se darán instrucciones nuevas sobre esta cuestión”, apunta Corujo, quien, pese a todo, aconseja no echarse encima de la administración. “Pedimos agilidad, pero también comprensión”, agrega.
Cebreiros, por su parte, ve insuficientes las medidas económicas del Gobierno que, a su juicio, “van en contra del ADN del emprendedor, porque se le está pidiendo que cese su actividad a cambio de cobrar 600 euros y de ahorrarse unos 300 en seguridad social. Eso es inaceptable, porque lo que menos quiere oir un empresario es que tiene que cerrar”.
