El colectivo Pedaladas mostró este miércoles su apoyo a la idea planteada por el director general de Tráfico, Pere Navarro, que puso sobre la mesa su intención de reducir la velocidad máxima en carreteras convencionales en aras de mejorar la seguridad vial. Pedaladas recuerda que se trata de una propuesta que lleva en un cajón desde 2008, y acusa a entidades como el Race, Automovilistas Europeos Asociados o al Consejo de Estado de poner trabas para evitar la aplicación completa de la reforma del reglamento de circulación.
Pedaladas asegura que la medida "está enfocada a reducir as colisións frontais, as saídas de vía e os atropelos a peóns e a ciclistas", y añade que afectaría directamente a la carretera PO-308, "que pasaría a ser de 50 km/h en case todo o seu percorrido entre Pontevedra e Sanxenxo", y a la N-550, que sería de 50 entre Bértola y Pontevedra y de 70 entre Bértola y Vilaboa.
La propuesta fijaría el límite máximo en 90 kilómetros por hora en aquellas carreteras con arcén transitable y sin mediana separadora de ambos sentidos, dejaría en 70 el máximo para las vías sin arcén transitable y rebajaría hasta 50 km/h la velocidad máxima en los tramos en los que se encuentren vehículos estacionados.
El colectivo ciclista señala que en España las medidas van por detrás de las adoptadas en otros países de la UE, y explica que "a gran diferencia do uso da bicicleta en España para mobilidade con respecto a Holanda e Dinamarca débese á falta de seguridade percibida polas persoas". Pedaladas asegura que "este risco é real", por lo que apuesta por reformas legales urgentes.
