"No sólo se trata de doblar un papel para hacer una pajarita o un barquito. La papiroflexia es arte y arte con mayúsculas". El director de la Escuela Museo Origami Zaragoza (EMOZ), Jorge Pardo, estuvo este miércoles en Pontevedra para presentar Papiromates, un proyecto expositivo de su centro y de Afundación, que pone en relación la papiroflexia, esa técnica artística que consiste en doblar un papel hasta conseguir hacer una figura, y las matemáticas. La muestra se podrá visitar en el Café Moderno hasta el 29 de mayo.
"Las matemáticas, que estudian los números, el azar, y que son una herramienta fundamental detrás de algo tan importante hoy como internet o la seguridad informática, se han revelado importantísimas también para analizar una pandemia", explicó la coordinadora adjunta del Área de Cultura de Afundación, Paloma Vela, sobre el origen de la exposición. "Aquí tratamos de acercarnos a una disciplina como la de las matemáticas a través de la papiroflexia. El resultado reúne unas piezas espectaculares realizadas sin pegamento ni tijeras".
La muestra que se puede ver en el Moderno comienza con una introducción a la papiroflexia para, a continuación, acercarse a ella desde diferentes perspectivas y técnicas. Así, se pueden ver ejemplos del denominado patrón de cicatrices; de origami modular, a través del que se construyen cuerpos geométricos ensamblando figuras de papel idénti
cas, y de teselaciones, en las que un mismo motivo se repite muchas veces cubriendo un plano a través de cientos de pliegos.
Entre las curiosidades que incluye la exposición hay piezas a través de las que demuestran teoremas, trabajos realizados con billetes de lotería reciclados y obras compuestas por más de 66.000 papeles.
COVADONGA BLANCO. Un espacio de Papiromates está dedicado a mostrar el trabajo de grandes aficionados a esta técnica. Entre ellos está una gallega, la profesora coruñesa de Matemáticas Covadonga Blanco, fallecida en 2013. Matemáticos de relevancia mundial como Erik Demaine e ingenieros como Robert Lang también son aficionados al origami, igual que lo era el intelectual español Miguel de Unamuno.
"Esta exposición está concebida para esparcir un virus bueno, el que relaciona la papiroflexia con el aprendizaje de las matemáticas. Si te gustan las matemáticas, vas a disfrutar de esta muestra. Y si no tienes ningún interés en ellas, vas a venir y te va a gustar", explicó Jorge Pardo, que también habló de la gran afición al origami que existe en Zaragoza, donde, entre otras cosas, está el grupo más antiguo del mundo de papiroflexia. "Acaba de cumplir 75 años", dijo.
