El ocio nocturno de Pontevedra, indignado: "Cada día nos quedan menos ganas de luchar"

La prohibición de reabrir y las nuevas restricciones a la hostelería han causado "indignación" en un sector que se declara "al límite"
Propietarios de La Pomada, Sonata, La Buena Vida y Moncloa, en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Propietarios de La Pomada, Sonata, La Buena Vida y Moncloa, en Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

"Ya estábamos viendo la luz y ahora de repente nos la han vuelto a apagar. El resultado de todo esto es que cada día tienes menos ganas de luchar viendo que apuntan siempre hacia el mismo sector. Una y otra vez los que sufrimos las consecuencias de todo esto somos los mismos, aunque no tengamos la culpa, porque se está viendo que los brotes y los contagios surgen en otros lugares, pero a quienes siguen penalizando es a los de siempre: a la hostelería diurna con restricciones y a la nocturna, a la que ni siquiera le permiten abrir".

Así resumía este miércoles Daniel Lorenzo, presidente de Hoempo, el "enfado" que ha provocado en el sector la vuelta a las restricciones a raíz del repunte de casos de covid-19 derivado principalmente de un viaje de fin de curso a Mallorca.

De nuevo en nivel medio, la hostelería de Pontevedra (al igual que la de los concellos de Poio, Vilaboa, Barro, Cambados y Vilanova de Arousa) solo podrá funcionar con un aforo máximo del 30% en el interior de los establecimientos y del 50% en terrazas; y el ocio nocturno, el más perjudicado, no podrá reabrir a pesar de que así estaba previsto antes de que los contagios se disparasen.

"Hay empresarios a los que este nuevo frenazo le supondrá el cierre definitivo", advierten, "psicológicamente estamos muy mal"

La medida ha pillado a los empresarios y profesionales del sector con todo preparado para volver a trabajar este fin de semana, después de quince meses cerrados y de que las pruebas piloto realizadas en varios establecimientos demostrasen ser un éxito. Con las despensas llenas y el personal a punto, tendrán que quedarse con la miel en los labios.

"¿Qué supone este nuevo mazazo? Pues hay bastante indignación entre los compañeros, mucho enfado y mucha rabia, porque nos está costando mucho esfuerzo y psicológicamente estamos muy mal, pues llevamos 15 meses soportando todo esto, que estén cargando sobre nuestros hombros la responsabilidad sin tenerla. Resulta insostenible y, por desgracia, hay empresarios del sector a los que un nuevo frenazo a su actividad le supondrá el cierre definitivo, porque no pueden aguantar más. Esto se está volviendo muy complicado y que se culpe siempre a este sector provoca que nos desanimemos y que no tengamos ganas de seguir", explicó el portavoz de los hosteleros de Pontevedra, Poio y Marín y propietario del pub La Pomada.

"Es un mazazo terrible. Yo, por ejemplo, llevo un par de semanas preparando y acondicionando los locales, encargando mercancía y preparando todo para la fiesta de apertura, y ahora nos quedamos otra vez sin ninguna expectativa sobre cuándo vamos a poder abrir y con una incertidumbre tremenda", añadió Javier Mori, propietario de dos locales en Pontevedra, el Ítaca Copas y el Artik Club.

"La medida no va a ser efectiva porque la gente que quiera salir va a seguir desplazándose a concellos como Sanxenxo"

¿SERA EFECTIVA? Además, los profesionales del gremio dudan de que la medida vaya a ser efectiva desde un punto de vista sanitario.

"En el caso del mundo de la noche, creo que no lo va a ser porque la gente que quiera salir va a hacerlo igualmente desplazándose a los concellos donde los locales sí puedan estar abiertos, por ejemplo a Sanxenxo. Quizá si hablamos de bares, la gente suele ir más a los que tiene en su zona, pero hablando de ocio nocturno no es así; al que quiere salir no le importa ir hasta el municipio de al lado. Así que esta medida lo único que conseguirá es arruinarnos más a nosotros, pero no va a ser efectiva para evitar contagios, sino que, en mi opinión, lo que va a provocar es que se expandan más hacia otros sitios. Además, lo que consiguen con no dejarnos abrir es que la gente haga botellones en casa o donde puedan, sin ningún tipo de control de aforo ni mascarillas ni nada. No me parece una medida lógica", añadió Mori.

En el mismo sentido se pronunció José Malleiro, responsable de la Discoteca Daniel, quien reiteró que "los locales funcionamos dentro de las normas" y en unas condiciones controladas y seguras, tal y como quedó patente con las pruebas piloto llevadas a cabo en varios puntos de Galicia, incluida la capital del Lérez.

Sin embargo, "recibimos este nuevo golpe; estábamos preparando las cosas, con pedidos hechos y todo y ahora vienen con esto. Pues a ver hasta cuándo podemos aguantar, porque llega un momento en el que la situación es insostenible", insistió el mismo empresario.

"Es que, además de nuestro trabajo, estamos haciendo de policías para que la gente cumpla las normas y este sobreesfuerzo se nos paga de esta manera, con restricciones o con la prohibición de funcionar", lamentó Daniel Lorenzo.

INVERSIÓN PERDIDA. Por todo ello, la mayoría de propietarios de locales de ocio nocturno han decidido no abrir este jueves sus negocios, aunque la restricción no entrará en vigor hasta las 00.00 horas de este 3 de julio, porque "no tiene sentido hacerlo para volver a cerrar indefinidamente" al día siguiente, como apuntó el dueño de The Groove House, Carlos Rodríguez Sierra. "He invertido el último dinero que me quedaba para cargar neveras y comprar alcohol y a 24 horas de reabrir dicen que no dejan", añadió. "Estamos dolidos porque se hacen las cosas fatal, de un día para otro".

Además, hay empresarios de la noche que mantenían a sus empleados en Erte y los habían vuelto a llamar para trabajar desde el próximo fin de semana, unos planes que las nuevas prohibiciones han echado por tierra.