La última gran investigación llevada a cabo por la unidad Greco Galicia se ha saldado con penas mínimas para los once individuos acusados de introducir importantes cantidades de cocaína oculta en piezas decorativas empleando como centro de operaciones O Salnés y como vías de entrada los puertos de Marín y Vigo, además de los de Barcelona y Algeciras. El dictamen, que ha caído como una losa en el seno de la Policía Nacional (el operativo cristalizó tras meses de investigaciones), incluye condenas de entre dos y seis años de cárcel para cinco colombianos, un peruano y cinco españoles, entre ellos la histórica Ana Garrido, enlace entre unos y otros en la operación Temple, el mayor decomiso de cocaína de la historia en Europa.
Los detenidos, que tenían relación con conocidos narcotraficantes de O Salnés, disponían de un laboratorio en el extrarradio de Madrid en el que extraían la droga previamente introducida entre las citadas piezas para adulterarla y transformarla para su puesta a la venta.
La sentencia deja clara la dimensión internacional de la trama, con acreditados viajes a Colombia, Ecuador, Cuba, Brasil u Holanda por parte de miembros el grupo criminal desarticulado para organizar los narcotransportes. Sin embargo, las penas impuestas a todos los acusados son inferiores a las que en ocasiones se dictan para individuos que trapichean gramo a gramo en cualquier población de España.
Las pesquisas llevadas a cabo en Pontevedra acabaron con la detección del citado laboratorio, donde los narcos disponían de todos los útiles precisos para cortar la droga, y la detención de los once condenados. De todos ellos, solo Ana Garrido negó los hechos. El juez le impuso tres años de cárcel que podría recurrir.
