Ni siquiera había salido de Viascón, la parroquia en la que viven sus anteriores dueños y en la que fue rescatada tras desorientarse. Pepa, que durante el último año respondió al nombre de Prima, se reencontró el sábado con sus dueños tras un año perdida.
Durante este tiempo estuvo en casa de Alexandra, que la acogió y le dio un hogar al encontrársela perdida por el pueblo, y dio con sus dueños gracias a su cojera, a pesar de tener microchip que no fue detectado por el lector. La perra tenía una pata mal y Alexandra se puso en contacto con la asociación Cadeliños para encontrar un veterinario que la atendiese. Cuando se le practicó una radiografía, se pudo ver que en la pata de Pepa había una prótesis. Además, estaba esterilizada.
Fue entonces cuando las integrantes de Cadeliños comenzaron a difundir la fotografía de la perra en las redes sociales al confiar en que el animal tenía un dueño que se había preocupado de operarla y esterilizarla en algún momento de su vida.
En apenas unas horas aparecieron los dueños. La foto fue colgada en Internet y el sábado por la mañana su dueña ya se había puesto en contacto con la asociación. La devolución de Pepa a su familia tuvo lugar en apenas unas horas. Este mismo sábado, en la Praza da Peregrina, la perra volvía a casa de Rosa (que no pudo asistir a la entrega porque se encontraba en cama con gripe).
La que fue su cuidadora durante el último año no pudo evitar que se le escapase alguna que otra lágrima. Pepa, por su parte, se fue con un familiar de su dueña algo desconcertada. "Es normal que no reaccione hasta que se vea en su casa, ahora está asustada", explicaban algunas de las integrantes de la asociación Cadeliños, que fue partícipe del reencuentro.
Pepa encuentra a sus dueños un año después de perderse en Viascón
La perra no había salido de la parroquia y fue acogida en una casa hasta que descubrieron, en una revisión en el veterinario, que el animal no había sido abandonado
