Pepe Solla inaugura su casa de comidas en el barrio de Salamanca

Una "casa de comidas del siglo XXI", con platos "ricos" de la gastronomía gallega y viajera de Pepe Solla, es la nueva propuesta en Madrid del cocinero al frente de Casa Solla, con una estrella Michelin en Poio, a la que ha bautizado como Atlántico y que acaba de abrir sus puertas.

En pleno barrio de Salamanca, Atlántico tiene "una estética de 2015" pero el "concepto básico" de una casa de comidas: mesas sin mantel, una carta no muy extensa con platos para compartir y el producto, en este caso gallego, tratado con sencillez y el personal toque de Pepe Solla.

"En Casa Solla las creaciones tienen que sorprender al comensal, tiene que haber creatividad. Aquí lo que quiero que diga es que está rico", asegura el cocinero, quien explica que la merluza de pincho de Celeiro será la estrella de la carta, a la que se sumarán mejillones, berberechos, bonito, jureles y bacalao, entre otros productos marinos.

En una casa de comidas gallega no puede faltar el pulpo que, a partir de la segunda quincena de noviembre, cocinará en directo un "pulpeiro" los fines de semana, aunque ya puede degustarse en el local.

Ni tampoco las carnes de vaca gallega y el gallo de corral, y guisos como la cacheira de cerdo, en un apartado cárnico donde sólo ha hecho Solla una concesión en el producto: la costilla ibérica, un plato clásico del restaurante de Poio que dejará de servirse allí para incorporarse a la carta de Madrid, que cocina Lucía Lema, proveniente de Casa Solla.

La propuesta es netamente gallega, pero lleva el sello de la cocina viajera de este cocinero que reivindica que "la cocina necesita viajar para enriquecerse, tal como hicieron los emigrantes gallegos, que se trajeron productos y técnicas de donde iban".

Atlántico cuenta también con una barra para picar a base de latas, lacón, cecina y quesos gallegos, oferta que "irá creciendo", promete el cocinero.

La carta de vinos es acorde con el resto de la oferta, "muy centrada en Galicia, con 20 de las 35 referencias procedentes de allí, incluidos tintos, que son los grandes desconocidos de la región".

Solla ha optado por abrir una casa de comidas porque "no evolucionaron y cayeron en el olvido en una época en la que parecía que había que provocar una ruptura en la cocina, que era necesaria, pero con la que se han quedado atrás cosas que tenían valor".

Es, además, una vuelta a sus raíces, ya que los orígenes de Casa Solla se remontan a una casa de comidas fundada por sus abuelos, que ha evolucionado hasta convertirse en uno de los mejores restaurantes de alta cocina del país.

Pepe Solla ya estaba presente en Madrid con Sinergias, la empresa que creó con los también cocineros Paco Roncero (La Terraza del Casino, Madrid) y Marcos Morán (Casa Gerardo, Prendes, Asturias) para hacerse cargo de parte de al oferta del multiespacio gastronómico Platea, pero con Atlántico presenta "algo más directo, más personal".