Peral Moda echa el cierre definitivo señalando a la crisis sufrida por el sector textil

El negocio que vistió a los pontevedreses durante 60 años se despide de Curros Enríquez, "que pasó de ser zona de compras a zona de ocio"

Trabajadores posando este viernes en el establecimiento, minutos antes de bajar la verja para siempre. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Trabajadores posando este viernes en el establecimiento, minutos antes de bajar la verja para siempre. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

"Estamos cerrando, muchas gracias por estos años, a partir de ahora pasa las cartas por debajo de la puerta, nosotros vendremos de vez en cuando. Estamos cerrando, ya no podemos aguantar más", le decía apenada Conchi Pérez Álvarez, gerente de Peral Moda, al cartero, mientras hablaba por teléfono. Como anunció en junio, Peral Moda, la mítica tienda de ropa situada en la plaza de Curros Enríquez, cerró este viernes sus puertas definitivamente. "Es un día duro, muy emotivo", aseguraba la propietaria.

La tienda, que cumplió 60 años en noviembre, fue fundada por María Concepción Álvarez y su marido, Antonio Pérez, en 1958. Aunque en un principio estaba dedicada a vender todo tipo de textil, con los años fue especializando su actividad. El éxito fue tanto que llegaron a abrir hasta cinco tiendas, una de ellas en A Peregrina, pero este viernes cerró la última.

Situada en pleno centro de la ciudad, Conchi asegura que el cambio de ambiente de la plaza fue un factor determinante en la clausura del comercio. "Esta ya no es una zona de compras, ahora se ha convertido en una zona de ocio", aseguraba la propietaria que lamenta que el entorno, tradicionalmente dedicado al comercio, se haya plagado de cafeterías y restaurantes de comida rápida. La zona de compras se fue desplazando, a lo largo del tiempo, a la calle Benito Corbal, donde las grandes compañías copan los comercios a ambos lados de la vía.

"Hay que darle un giro a la tienda local. Convertirla en un local especializado donde se premie la calidad", comenta una de las propietarias de Peral Moda

El sector de la moda también se ha transformado. Las grandes multinacionales y la compra por Internet cubren las necesidades de los consumidores, dándoles unas facilidades con las que los pequeños comerciantes no pueden competir. "Ahora hay que renovar continuamente las colecciones y la gente compra mucho por Internet, pero no solo en el sector de la moda, sino en cualquier sector". Conchi asegura que la forma de comprar ha cambiado. Los escaparates han sido substituidos por los grandes catálogos en línea.

"Nosotros trabajamos con productos de calidad, fabricados en España", comentaba la gerente, antes de recordar que, a día de hoy, cada vez son menos las tiendas de estas características que sobreviven a un mercado copado por las grandes multinacionales.

Para los propietarios de Peral Moda, la única forma de competir contra estas grandes cadenas sería dándole "un giro a la tienda tradicional". La empresaria apuesta por un futuro donde el pequeño comercio esté más especializado y donde el público opte por productos de calidad de fabricación nacional. Puede que esta sea la única manera de mantener tiendas como Peral Moda, dedicadas, durante décadas, a surtir a los pontevedreses de uniformes escolares y trajes de comunión.

Conchi, dueña de la mítica tienda pontevedresa: "La gente compra mucho por Internet, pero no solo en el sector de la moda, sino en cualquier otro sector"

De momento, esta estrategia tampoco está funcionando. La crisis de 2008 fue devastadora. De echo, Conchi y su hermano Marcos tuvieron que cambiar el modelo de negocio y concentrar las ventas en Curros Enríquez. Tanto es así que en 2015 se vieron obligados a solicitar un concurso voluntario de acreedores para hacer frente a las deudas que habían acumulado. Finalmente, en enero de 2016 consiguieron enderezar la situación.

AGRADECIMIENTO. Conchi se deshacía en agradecimientos hacia quienes les han apoyado en este tiempo. "Han sido años muy positivos, hemos aprendido muchísimo con clientes, compañeros y proveedores. Entre todos nos han ayudado mucho", aseguraba, notablemente apenada.

Ahora, el futuro es incierto para los trabajadores y gerentes de la tienda. Cuentan que todavía son jovenes para jubilarse, pero que se ven demasiado mayores como para encontrar un nuevo empleo. Por el momento, lo único que tienen seguro es que el local permanecerá cerrado.

Peral Moda no es el único establecimiento histórico que ha tenido que cerrar sus puertas recientemente. La mítica Droguería Moderna, establecimiento vecino a Peral Moda, también tuvo que despedirse de sus clientes el año pasado, tras el fallecimiento de su propietario, Luis Esteban, y la consecuente suspensión de su estatus de renta antigua.

Para equilibrar la lucha entre pequeño comercio y grandes superficies, el ayuntamiento de Pontevedra aprovecha cualquier oportunidad para hacer un guiño al comercio local. En noviembre, con la campaña Black? Friday, sortearon siete cheques de 100 euros entre quienes se decantaron por el pequeño comercio para hacer sus compras. Ahora, con la última iniciativa, el ayuntamiento pide como requisito indispensable para disfrutar del tobogán gigante colocado en la Plaza de España, presentar el recibo de alguna compra realizada en un comercio local. De esta forma, se busca mantener la convivencia entre grande y pequeño comercio, en una ciudad repleta de negocios como el de los Álvarez Pérez.

La compra online crece y la venta local decae
Los pequeños comerciantes llevan años sobreviviendo a una realidad difícil de asumir. Los supervivientes de la crisis económica de 2008, se encuentran ahora con un panorama en el que las grandes plataformas web no dejan de crecer, en detrimento del comercio local. Los sectores más afectados por el boom del negocio cibernético son el de la moda y la tecnología, aunque cada vez son más los que prefieren comprar desde casa.

Los datos
En lo que va de año, ya son más de mil los comercios que se han visto obligados a cerrar en Galicia, según el registro de bajas de autónomos de la Seguridad Social. Sólo en la provincia de Pontevedra, el número de los que echaron el cierre entre enero y octubre de este año asciende a 379. De hecho, Pontevedra es la provincia con más clausuras, seguida de cerca por la provincia de A Coruña, que roza las 300.