La lluvia despidió el último día de las Peregrinas más atípicas de la historia. Una última jornada excepcional, ya que el resto de la semana, con las medidas de seguridad oportunas para evitar el contagio de Covid-19, los pontevedreses pudieron disfrutar de una agenda cultural diversa y casi siempre acompañada por el buen tiempo.
No fue el caso de la última jornada, en la que el mal tiempo impidió que se celebrase el pase de Ven Trebellar, pensado para realizarse al aire libre. El Concello también tuvo que cancelar el concierto de The Lakazáns previsto para las 22.30 horas en Campolongo por las condiciones meteorológicas, si bien apostó por mantener el resto de la programación nocturna.
Pese a las complicaciones de fin de fiestas, el resto de la semana transcurrió con normalidad y se realizaron todas las actividades previstas. El programa Ruando y los pasacalles animaron cada día diferentes zonas de la ciudad, raro era no escuchar la música de los gaiteiros por las mañanas o encontrarse con seres mitológicos y otros personajes interactuando con los más pequeños por las tardes.
Otra actividad orientada a los niños fue el diario ‘Ven Trebellar nas Peregrinas’. Los asistentes, que tuvieron que adaptarse a las medidas pese a su corta edad, disfrutaron cada tarde de una serie de actuaciones teatrales, de magia o humorísticas que sumergían en distintos mundos de fantasía a toda la familia. Entre otras, el sábado actuó el mago Rei Midas en el Parque de Amalia Álvarez.
Los amantes del arte urbano estuvieron también de suerte en estas fiestas. ‘Xeira das artes’ combinó diferentes campos artísticos para crear obras en conjunto. Los últimos fueron el conjunto formado por Quico Cadaval,narrando y Kiko da Silva, con cómic.
A la gran variedad de actividades diurnas, se sumaba cada noche el plato fuerte del día: los conciertos. Emilio Rúa, María do Ceo, Eladio y los Seres Queridos o Baiuca fueron algunos de los reconocidos músicos que deleitaron a sus oyentes con sus mejores notas. En el caso de Baiuca, la asistencia fue masiva y la policía intervino para desalojar sin previo aviso al público. De manera casi generalizada, Pontevedra apostó por artistas autonómicos, todos con muy buena acogida y con una asistencia casi religiosa por parte de los pontevedreses.
No fue el caso de la última jornada, en la que el mal tiempo impidió que se celebrase el pase de Ven Trebellar, pensado para realizarse al aire libre. El Concello también tuvo que cancelar el concierto de The Lakazáns previsto para las 22.30 horas en Campolongo por las condiciones meteorológicas, si bien apostó por mantener el resto de la programación nocturna.
Pese a las complicaciones de fin de fiestas, el resto de la semana transcurrió con normalidad y se realizaron todas las actividades previstas. El programa Ruando y los pasacalles animaron cada día diferentes zonas de la ciudad, raro era no escuchar la música de los gaiteiros por las mañanas o encontrarse con seres mitológicos y otros personajes interactuando con los más pequeños por las tardes.
Otra actividad orientada a los niños fue el diario ‘Ven Trebellar nas Peregrinas’. Los asistentes, que tuvieron que adaptarse a las medidas pese a su corta edad, disfrutaron cada tarde de una serie de actuaciones teatrales, de magia o humorísticas que sumergían en distintos mundos de fantasía a toda la familia. Entre otras, el sábado actuó el mago Rei Midas en el Parque de Amalia Álvarez.
Los amantes del arte urbano estuvieron también de suerte en estas fiestas. ‘Xeira das artes’ combinó diferentes campos artísticos para crear obras en conjunto. Los últimos fueron el conjunto formado por Quico Cadaval,narrando y Kiko da Silva, con cómic.
A la gran variedad de actividades diurnas, se sumaba cada noche el plato fuerte del día: los conciertos. Emilio Rúa, María do Ceo, Eladio y los Seres Queridos o Baiuca fueron algunos de los reconocidos músicos que deleitaron a sus oyentes con sus mejores notas. En el caso de Baiuca, la asistencia fue masiva y la policía intervino para desalojar sin previo aviso al público. De manera casi generalizada, Pontevedra apostó por artistas autonómicos, todos con muy buena acogida y con una asistencia casi religiosa por parte de los pontevedreses.
