La Peregrina rescata la procesión y la ofrenda tras un paréntesis de dos años

La pandemia había obligado a dejar la imagen de la Virgen en el interior del santuario
Carroza con la imagen de la Peregrina correspondiente a la procesión de 2019. DP
photo_camera Carroza con la imagen de la Peregrina correspondiente a la procesión de 2019. DP

La progresiva vuelta a la normalidad y la suavización de las medidas restrictivas para la contención de la pandemia harán posible la recuperación de la tradicional procesión y ofrenda floral enmarcada en las fiestas de la Peregrina. La patrona de la provincia volverá a salir a la calle en agosto, subida sobre su carroza, tras haber tenido que permanecer en su camarín del santuario en los festejos de 2020 y 2021.

"Ya era hora de ir recuperando la normalidad. Confiemos en que la situación sanitaria siga mejorando para recuperar la tradición religiosa tras el paréntesis ocasionado por el estallido de la pandemia", subraya el presidente de la Cofradía de la Divina Virgen Peregrina, Ignacio Landín. Confirmado que este año se recuperan el traslado de la carroza procesional, la ofrenda floral y la procesión, solo falta por concretar la identidad de la persona que protagonizará la ofrenda y quién será el diputado o diputada provincial que se encargará de efectuar la advocación.

En 2020, tras la irrupción de la pandemia, el Consejo Rector de la entidad religiosa que gestiona el santuario había sopesado varias posibilidades para que ese agosto la patrona de la provincia pudiera ser horada en sus fiestas con las correspondientes precauciones, pero la decisión final supuso la suspensión de dos de los tres actos religiosos que congrega a multitud de fieles en esas fechas.

Así, se suspendió la tradicional ofrenda floral y no salió la carroza procesional. Tampoco procesionó la imagen de la Virgen Peregrina aunque sí se celebró la misa pontifical, oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio. Además, la Cofradía apelaba a los pontevedreses para que evitasen llevar ramos de flores al templo, ya que no se podían colocar en su interior. Eso sí, la misa pontifical se desarrolló con restricciones de participación, cumpliendo la normativa de prevención y seguridad vigente por entonces. De esta forma, solo pudieron acceder al interior de la iglesia un máximo de 48 personas, la mitad de su capacidad. Para compensar esta restricción se habían colocado bancos en el patio del santuario con capacidad para 25 personas.

En las fiestas de verano de 2021 la situación sanitaria tampoco permitió sacar la imagen de la Virgen Peregrina en procesión. Muy a su pesar, la Cofradía se había visto obligada a adoptar la drástica medida de suspender el traslado de la carroza procesional (que tradicionalmente se realiza la víspera del segundo domingo de agosto) ni tampoco se celebró la concurrida procesión dominical. En esta ocasión, y por segundo año consecutivo, la ofrenda floral no se desarrolló como venía siendo tradicional hasta 2019 sino que se instalaron unas jardineras en el atrio en la que los feligreses pudieron depositar los ramos en ofrenda a la Virgen Peregrina. En el interior del recinto se mantuvo el aforo limitado a la mitad de su capacidad.

Última intervención

En 2019, unos meses antes del estallido de la pandemia, el santuario de la Divina Virgen Peregrina se había sometido a unos trabajos de limpieza y, al mismo tiempo, eliminación de la carcoma que afectaba al retablo mayor. El tratamiento aplicado para combatir el ataque de los insectos tiene garantizada una efectividad de diez años.

La operación de desinsección había resultado más compleja de lo que se preveía por la detección de xilófagos no solo en las partes altas del retablo (donde están situados dos angelotes de madera) sino también en la zona posterior del arco y de las dos columnas laterales del conjunto artístico de estilo neoclásico.

El importe de la restauración del retablo diseñado por el arquitecto académico Melchor de Prado y Mariño (de la escuela de Gambino Ferreiro) en 1789 rondó los 9.000 euros. La entidad religiosa que preside Ignacio Landín sufragó la totalidad del coste de las obras.

En 2019 el templo donde se venera la imagen de la patrona de la provincia y del Camiño Portugués de peregrinación a Santiago estrenó en las fiestas del verano alfombras, retablo rehabilitado y carroza restaurada.

Aniversario
Cuatro décadas como monumento histórico-artístico
El santuario de La Virgen Peregrina está de aniversario. Este año el templo en el que se venera la imagen de la patrona de la provincia cumple 40 años desde que fue declarado monumento histórico artístico en 1982.

Tras múltiples intentos por alcanzar su mayor grado de protección, el Concello incoó el expediente para la declaración de la iglesia como bien de interés cultural el 28 de abril de 2011, alcanzando este grado por decreto de 13 de octubre de ese año en la categoría de monumento.

Entre las intervenciones más importantes que se acometieron en el santuario (aparte de la reconstrucción de la torre Norte e intervenciones derivadas de actos vandálicos) se encuentra la realizada en 1953 en la que acortó la superficie del atrio y se recuperó la fuente y monfortinos, buscando el diseño original. Además, en 1981se realizó un tratamiento en los cimientos del templo tras haber constatado que se había producido un desplazamiento.

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