El personal no sanitario, el que registró más contagios por covid-19 en el área

La Unidad de Riesgos Laborales del Área Sanitaria afirma que suministró "en todo momento" el material de protección "necesario y homologado" ► Señala que solo se reutilizaron equipos cuyo fabricante lo autorizaba y que se testó a toda la plantilla con más de 5.000 pruebas
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photo_camera Integrantes del la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales en la entrada del Hospital Provincial. DAVID FREIRE

La covid-19 puso y sigue poniendo en riesgo la salud de los profesionales del Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés, los principales efectivos encargados de diagnosticar y tratar el virus. La Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del Área es la responsable de garantizar que salgan indemnes de la embestida y, según defienden sus integrantes, la plantilla ha sido protegida desde el minuto cero siguiendo las pautas de las autoridades sanitarias.

En estos momentos el departamento consta de cinco profesionales liderados por la doctora Inmaculada Malagón Luesma, que coinciden al señalar que se adoptaron las medidas "indicadas en cada una de las fases" por el Ministerio de Sanidad y la Consellería de Sanidade.

La Unidad replica las múltiples críticas que han vertido profesionales sanitarios sobre la falta de "escudos" frente a la pandemia y asegura que ya antes de ser diagnosticado el primer caso, el 8 de marzo, empezó a repartir «el material de protección disponible entre los trabajadores». A esto añade que "en todo momento se proporcionó el material necesario y homologado en base al escenario de exposición" y "el nivel de riesgo de cada una de las actividades", siguiendo los protocolos y recomendaciones de Sanidad.

Igualmente, el departamento rebate las denuncias trasladadas por auxiliares y celadores, sobre todo al inicio de la pandemia, por disponer de menos medios de protección que otras categorías. Los afectados insistieron en que sí tenían contacto con posibles casos, en acciones como el traslado o el traspaso a camillas. En cambio, la Unidad insiste en que el Área Sanitaria ha seguido a pies juntillas "las indicaciones establecidas en el Plan Específico de Prevención de Riesgos Laborales", en el que constan los distintos niveles de riesgo que se atribuyen a cada actividad y categoría profesional, así como los EPIS recomendados para cada caso. "Los niveles de riesgo aplicados fueron en función de las tareas a realizar,s independientemente de su categoría profesional, por lo que el nivel de protección para una TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) o un celador de consultas externas no es igual que aquel que tienen los trabajadores de zonas covid y de las funciones que se realizan en cada zona", argumenta.

La expansión simultánea del coronavirus en distintos países originó momentos críticos en los que la demanda de material de protección superó ampliamente el stock disponible. La situación llevó a reciclar algunos elementos aunque, según precisa la Unidad, "se reutilizó aquel material cuyo fabricante certifica que puede ser reutilizado como son, por ejemplo, las gafas protectoras que se desinfectan y pueden volver a usarse, o algún tipo de mascarillas muy específicas, que se usan durante un corto periodo de tiempo y que, según la ficha técnica, se pueden utilizar durante 8 horas o mientras se mantenga su integridad y características, y no se manchen, humedezcan o deformen si no hay evidencia de deterioro".

PRUEBAS. La Unidad asegura que "se han realizado test a todos los trabajadores" del Sergas y a los de empresas externas, como las concesionarias de los servicios de cafetería o limpieza. Según precisa, los primeros se hicieron "a aquellos que habían estado más expuestos" y posteriormente "se realizó un test masivo a toda la plantilla", dando un total de "más de 5.000 test". "En ambos casos el porcentaje de profesionales contagiados fue menor del 5%, un porcentaje de los más bajos dentro del territorio nacional" y, por categorías profesionales, asegura que "el personal no sanitario fue el que tuvo mayor incidencia de COVID en los test realizados, seguido del personal médico y del personal sanitario» de enfermería y auxiliares. Estos datos le llevan a concluir que, aunque «lo ideal sería que nadie se contagiara, la protección fue adecuada".

Por otro lado, Riesgos Laborales rebate la improvisación que denunciaron distintos profesionales al inicio de la pandemia y asegura que desde un principio se prepararon "circuitos en los servicios de urgencias, las unidades de hospitalización, quirófanos y las unidades de críticos para acoger a los pacientes con COVID y poder proporcionar la mejor y más segura de las asistencias". Asegura también que "previo a la aparición de los primeros casos" comenzó a impartir sesiones formativas y que , como resultado, se han visto formados "más de 2.000 profesionales en los últimos meses".

Sobre la polémica rotación del personal eventual entre servicios con pacientes covid y otros libres de coronavirus, asegura que los sanitarios que atienden a los enfermos de covid-19 no tienen por qué sufrir "más riesgo que en cualquier otra unidad", pues insiste en que trabajan con los "epis adecuados". Eso sí, advierte de que "el riesgo cero no existe, y en el ámbito sanitario se deben de seguir como mínimo las precauciones estándar para todo paciente independientemente de la enfermedad que presente".

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