La plantilla de Navia brinda "todo el apoyo" a los compañeros de Lourizán

Descarta que el cierre en Pontevedra pueda beneficiar a la planta asturiana, a donde Ence derivó las inversiones previstas
Interior de una de las salas de control de la fábrica de Navia. ENCE
photo_camera Interior de una de las salas de control de la fábrica de Navia. ENCE

La fábrica que Ence posee en Navia es el centro de mayor capacidad de producción del grupo empresarial y, según la compañía, la fábrica de celulosas más eficiente de Europa de las que trabajan en el mercado de eucalipto. Su capacidad actual de producción es de 685.000 toneladas anuales y la previsión es seguir ampliando el complejo con la construcción de una planta anexa para fabricar viscosa destinada a productos textiles e higiénico-sanitarios. La empresa calcula que las obras podrían emplear a más de 900 personas durante dos años y que la nueva factoría podría dar trabajo a entre 125 y 150 personas.

El plan estratégico de la compañía diseñado para el periodo 2019-2023 reservó más de 450 millones de euros para construir esta nueva planta y ejecutar diversas mejoras de índole medioambiental. En cambio, tanto la producción prevista como el presupuesto disponible podrían variar (al alza) ante el hipotético cierre de Pontevedra. De hecho, de los 350 millones reservados para Lourizán solo se han invertido 50 y el resto se ha derivado a Navia, a la espera de ser ejecutados.

Desde un lado de la barrera se podría concluir que la plantilla de Navia recibiría con buenos ojos ese desvío de fondos o el cierre de Celulosas Pontevedra, pero nada más lejos de la realidad. El presidente del comité de empresa de la planta de Navia, Javier Rodríguez, de CC OO, asegura que el cese de Lourizán "no nos influiría positivamente, sino que más bien sería negativo, porque si perjudica al grupo, también nos perjudica a nosotros". 

El portavoz sindical explica que Navia ya está trabajando al máximo de su capacidad y que la ampliación que está ahora mismo sobre la mesa es para fabricar celulosa para viscosa. "La celulosa (para pasta de papel) que se dejaría de vender en Pontevedra la vendería la competencia".

CIERRE. El comité está "siguiendo muy de cerca" el conflicto de Pontevedra y, una vez más, traslada "todo el apoyo" a los trabajadores de Lourizán "porque son nuestros compañeros". De hecho, un buen número de empleados asturianos ha participado en alguna manifestación en Pontevedra apoyando a la plantilla. La última vez en 2019, cuando la Abogacía del Estado decidió allanarse en la defensa de la prórroga de Ence Pontevedra y la compañía reaccionó congelando las inversiones.

El presidente del comité de empresa de Navia cree que el cierre anunciado por la empresa no será tan inminente como auguran los pronósticos más fatalistas. Según dice, el precio de la celulosa está experimentando un crecimiento y la planta de Lourizán todavía puede ser "una fábrica muy rentable". No obstante, sí comparte que "para invertir hay que tener una seguridad jurídica" y que "si sabes que dentro de ocho o diez años vas a cerrar, podrás tener la fábrica funcionando hasta el último día, pero no invertirás en ella 200 millones". 

La fábrica de Navia genera 400 empleos directos y cerca de 1.000 indirectos.

Casi un millón de toneladas al año
Ence produce 912.030 toneladas de celulosa entre las plantas de Navia y Pontevedra, en las que se tratan cerca de 2,7 millones de metros cúbicos de madera al año. El 85% de la producción la exporta a Europa y para ello utiliza 203 barcos. Otros 130.000 camiones se encargan de transportar la madera a las factorías.
No obstante, el negocio de la energía ha ido in crescendo en los últimos años. En la actualidad cuenta con complejos energéticos en Huelva, Mérida, Ciudad Real, Jaen y Córdoba. La previsión inicial era la de dotar también a Pontevedra de una planta de biomasa, pero finalmente el proyecto fue pospuesto por falta de permisos. En 2019 Ence, que cuenta con más de 1.100 empleados, generó 1.908 GWh de energía renovable con biomasa.

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