La plantilla de Navia rechaza la inversión que Ence pretende desviar de Lourizán

Los trabajadores asturianos brindan su apoyo a sus compañeros en Pontevedra

Miembros del comité de empresa de Ence en Pontevedra. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Miembros del comité de empresa de Ence en Pontevedra. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Los trabajadores de Ence de la planta de Navia (Asturias) han brindado su apoyo incondicional a los operarios de Pontevedra, que de la noche a la mañana se han topado con sus empleos pendiendo de un hilo. Y no es un auxilio testimonial. La plantilla asturiana ha pedido a la empresa que mantenga con vida los proyectos programados para Lourizán y que desista de la idea de desviar la inversión proyectada en esta planta a la factoría naviega. «No vemos positivo el anuncio de que las inversiones previstas en Pontevedra se vengan para Navia. Queremos que se mantengan donde estaba previsto y que se mantenga el empleo, porque somos un grupo y el beneficio de Pontevedra también es nuestro», explica el presidente del comité de empresa de la planta de Navia, Javier Rodríguez, de CC OO.

La decisión de la Abogacía del Estado de allanarse en la defensa de la prórroga de Lourizán ha llevado a Ence a congelar las inversiones previstas en este emplazamiento. Según el Plan Estratégico, éstas llegarían a los 350 millones de euros durante los próximos cinco años, pero finalmente solo se ejecutarán los 50 millones programados para este año. El resto se desviará a Navia, donde se incrementará notablemente la producción.

La fábrica asturiana es el buque insignia del grupo y una de las plantas de su especie más modernas de Europa. La compañía ya había anunciado a mediados de diciembre su intención de invertir 500 millones en la planta para llegar en 2023 a las 685.000 toneladas anuales. Y ahora, dada la incertidumbre legal que planea sobre la capital de las Rías Baixas, se refuerzan los planes trazados para la factoría naviega donde, además, está previsto empezar a fabricar celulosa de uso textil y para productos de higiene. «A partir de ahora toda la inversión irá a Navia. Queríamos ampliar nuestra capacidad de producción en 230.000 toneladas de celulosa en 2023 y todas ellas las vamos a hacer íntegras en Navia», afirmó el consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares, durante su intervención en la junta de accionistas celebrada el pasado jueves.

En 2018 la fábrica de Navia alcanzó a las 530.000 toneladas de pasta y actualmente está inmersa en un proceso de ampliación con el que aumentará un 20% la producción para llegar a las 620.000 toneladas. En Pontevedra la fábrica ya está preparada para elaborar las 465.000 toneladas anuales y la previsión era llegar al medio millón en 2020.

DECISIÓN "ELECTORALISTA". Los trabajadores de Navia han trasladado a sus colegas pontevedreses que les apoyarán «en todo lo que necesiten para las movilizaciones» a las que han dado salida. Además, muestran su «absoluto rechazo» a la determinación de la Abogacía del Estado de retirarse en la defensa de la prórroga de la pastera, una decisión que tildan de «política» y «electoralista». «Nos parece un poco vergonzoso que, aprovechando la próxima celebración de las elecciones, reviertan la medida que estaba adoptada para buscar el voto. Nos parece oportunista y evidentemente creemos que la prórroga de la concesión está aprobada y no se puede revertir», señala el presidente del comité.

En todo caso, Rodríguez ve "improbable" que los pronósticos que apuntan al cierre estén en lo cierto. "Creo que más bien es un "boom" electoral y que, una vez que pasen las elecciones, volverá todo a su cauce. En este sentido nosotros solo esperamos que se respete la legalidad", añade.

EMPLEOS. La factoría de Navia cuenta con una plantilla fija de unos 350 trabajadores y genera unos 2.000 empleso indirectos, incluyendo a transportistas y maderistas. Actualmente, el cuadro de personal cuenta con el apoyo extra de los 500 operarios que están corriendo a cargo de las obras de ampliación.

En la fábrica de Lourizán las dimensiones de la plantilla son similares, pues integra a casi 400 trabajadores con contrato fijo, de los que cerca de 270 trabajan en la planta de producción y el resto en oficinas centrales. Y estos últimos días también ha contado con un importante refuerzo: los 1.500 operarios contratados por Ence para ejecutar la parada técnica programada para este año. Al margen del devenir de los hechos, la compañía mantuvo la previsión en esta parada de 15 millones de euros para poner a punto el complejo industrial. La mitad del presupuesto será para reforzar la fiabilidad de la biofábrica y 2,5 millones irán destinados a reducir el consumo de agua.

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