Platos para comerse el mundo

COMIDA INTERNACIONAL ▶ A Perú, a Marruecos o a la India: viajar sin salir de Pontevedra es posible. En la Boa Vila se degusta 'cochayuyo', el alga que conforma la base de la alimentación de los mapuches, o la ternera con ciruelas y los pasteles de miel y frutos secos que Ilham El Gad Essafi aprendió a cocinar con su madre, de Casablanca, en Marruecos

Ilham junto a unas clientas en el restaurante Dükela. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Ilham junto a unas clientas en el restaurante Dükela. FOTOS: JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Saborear los cinco continentes sin coger un avión es posible. Ni siquiera hace falta salir de Pontevedra. De hecho, apenas hay que caminar unas calles para pasar de Chile a Perú y luego saltar a la India, a México, a Marruecos o a China.

La comida internacional se asienta cada vez más en la Boa Vila y buena prueba de ello son los restaurantes que ofrecen gastronomías internacionales que han abierto de un tiempo a esta parte. De Asia a América, pasando por África. Dar la vuelta al mundo con el paladar es posible en Pontevedra.

Marruecos en una mesa

Menos de un mes lleva abierto el restaurante Dükela (Rúa Figueroa, 21), que concentra en su carta lo mejor de Marruecos. Básicamente, es la comida que Ilham El Gad Essafi y su hermana, Khadija, degustaron a lo largo de su vida en casa de su madre.

Originarias de Casablanca, llegaron a Pontevedra en 1995 con sus padres, siendo niñas. Ahora, la primera regenta el primer restaurante marroquí de Galicia y la segunda se ocupa de sus fogones. "Uno de los platos más demandados es la ternera con ciruela caramelizada y el pollo con limón", cuenta. El nombre del restaurante es el de la región de Marruecos del que proceden las hermanas, "en donde se encuentra el zoco de verduras más grande de toda África", puntualiza Khadija.

A Ilham se le ocurrió la idea de montar un restaurante marroquí después de muchas noches de picoteo por la Boa Vila. "Mi marido y yo somos mucho de salir a cenar, yo quería poner un bar y él me animó a que cocinase la comida típica marroquí que se toma en mi casa", indica. "Al final si tomas siempre las mismas tapas te aburres y te apetece probar cosas diferentes, por eso creo que estamos teniendo tanto éxito", explica.

En Dukëla todo es auténtico, el pan se hace todos los días de forma casera, al igual que los postres, a base de frutos secos y miel. "A la gente también le gusta mucho el té típico de menta o de shiba", cuenta Ilham, que añade que la carta tiene opción vegana.

Cruzar océanos

Hay un trocito de Chile en la calle Princesa. En concreto, en la Taberna Saudade. Allí cocina platos de su tierra Rosana Escobar, que llegó a Galicia a los 18 años pero conserva el amor por la cocina de su abuela, que llegó a ella a través de su madre. Todavía hoy recuerda las comidas en la casa familiar, en El Quisco, cerca de Valparaíso.

Sus recuerdos y su creatividad le sirven para crear platos que sirve en el local, que regenta junto a su marido, Manuel Couto. "Temos unha horta ecolóxica en Sanxenxo e empregamos produtos de calidade", explica Rosana en un perfecto gallego con acento chileno. Uno de los productos fundamentales en su cocina es el "cochayuyo", un alga típica de Chile que es básica en la alimentación del pueblo mapuche. Con ellas hace su famoso pastel de cochayuyo, a base de este ingrediente mezclado con maíz.

Uno de los platos más demandados es el pastel de choclo -"en Chile chamámoslle choclo ao millo"-, a base de maíz, carne y aderezo de albahaca. La Taberna Saudade mezcla la cocina tradicional chilena con la gallega. "Ao mellor vén alguén a tomar tortilla de pataca e anímase a probar algo novo porque ve que o está tomando a persoa do lado", cuenta Escobar, que ofrece también vinos de su país.

Unos metros más abajo, en la Praza Celso García de la Riega, Carmen Canabal regenta un restaurante que acerca Pontevedra a Perú. Causa es un plato típico peruano, una palabra utilizada casi como comodín en el país y el nombre del restaurante que desde hace once meses lidera Canabal. Pero, ¿cómo aprendió esta joven de Forcarei las artes culinarias peruanas? Con el coraje que supone marcharse a Perú a la aventura.

"A mí me encanta la comida, prepararla y comerla, por eso me fui a Perú para aprender, primero estuve en una cevichería y después en uno de los restaurantes del chef peruano Gastón Acurio", explica la joven, que previamente había trabajado en la hostelería pontevedresa. La cocina peruana es una mezcla de las culturas que conviven en el país. "Hay cosas de Japón, de España, de África...". Uno de los platos más pedidos en el establecimiento es el ceviche, a base de pescado marinado. También se pide mucho la causa, la receta que da nombre al local y que se elabora con pasta de patata mezclada con ají.

Sin salir del continente americano, Pontevedra cuenta con hasta cuatro restaurantes mexicanos. El origen de la mayoría de ellos responde a la emigración masiva al país de Centroamérica por parte de la población de localidades como A Lama o Cotobade. Son los emigrantes retornados quienes abren este tipo de establecimientos.

De paseo por Asia

Los restaurantes chinos son embajadores de Asia en Pontevedra -y en muchas otras ciudades- desde hace ya tiempo. De hecho, la comida china fue de las primeras gastronomías exóticas que desembarcaron en la ciudad del Lérez. Ahora, muchos locales gastronómicos regentados por chinos se han apuntado a la moda del sushi y dan muestra también de la gastronomía japonesa en los platos que ofrecen.

Otro de los establecimientos que trae a Pontevedra diversidad en lo que a recetas se refiere es el New Bombay Palace, que ofrece gastronomía hindú. De este modo, el local, situado en la Taavesía Charino, cuenta con variedad de platos como las samosas, empanadillas típicas del Sur de Asia.

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Manuel Couto y Rosana Escobar, en la taberna Saudade

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Carmen Canabal en su establecimiento, Causa

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