La PO-308 (que une Pontevedra, Poio y Sanxenxo por la costa) y la PO-11 (también conocida como autovía de Marín) en la zona de Os Praceres y de Estribela son dos de las vías con mayor siniestralidad y que los conductores perciben con un mayor nivel de riesgo en lo que respecta al entorno de la ciudad de Pontevedra y a las áreas de carácter urbano.
Así lo refleja un mapa creado por la Fundación Línea Directa a modo de plataforma de denuncia, cuya finalidad es que la ciudadanía pueda señalar aquellas vías o puntos rojos que por su trazado, su visibilidad o su estado de conservación pueden suponer un peligro para la seguridad vial y, al mismo tiempo, también tengan opción de consultar cuáles son los lugares en los que ha ocurrido, al menos, un accidente grave en los dos últimos años.
Con este objetivo la entidad ha analizado casi 500.000 siniestros registrados por la DGT entre 2013 y 2017 en el territorio español y más de 70.000 accidentes graves atendidos por su aseguradora, todos ellos sucedidos en zonas urbanas y en vías de circunvalación de la geografía nacional.
En lo que respecta a la provincia de Pontevedra, los datos indican que esta suma 41 fallecidos en accidentes de tráfico en zonas urbanas en ese período de cinco años, lo que la convierte en la segunda provincia gallega con peores cifras, solo superada por A Coruña, que en ese mismo lapso temporal acumuló 50 personas muertas en siniestros en áreas urbanas.
Los siniestros más frecuentes en vías urbanas se producen en rotondas y cruces por impacto trasero o por choque lateral
Eso sí, en el caso del territorio provincial pontevedrés se aclara específicamente que la situación de la ciudad capitalina dista mucho de ese nefasto balance, pues en la Boa Vila el estudio no ha registrado ningún punto de especial peligrosidad y, de hecho, la capital del Lérez suma ya nueve años sin fallecidos en accidentes de tráfico.
A nivel general, el estudio de la Fundación Línea Directa aclara que el accidente más común en las vías urbanas suele ocurrir en rotondas y cruces, por alcance trasero o por impacto lateral, generalmente causados por distracciones y por no respetar la distancia de seguridad o la prioridad en la vía.
En cuanto al vehículo, los daños materiales más habituales se producen en la parte trasera y delantera del coche, concretamente en los parachoques y en las aletas, con un coste medio de 1.200 euros.
En lo que respecta a las lesiones más frecuentes, los esguinces cervicales (65%) son los daños corporales más habituales, seguidos de las hernias discales (15%) y los esguinces de rodilla (10%).