Al mismo tiempo que Laureano Oubiña proclamaba a los cuatro vientos que no existe narcotráfico en Galicia y que el problema está circunscrito ahora al Sur de España, agentes de élite de Andalucía establecían contacto con la Comisaría de Pontevedra para llevar a término un nuevo operativo en las Rías Baixas.
Efectivos del Grupo de Respuesta Especial Contra el Crimen Organizado de Cádiz viajaron a la Boa Vila para llevar a cabo la fase final de una laboriosa investigación que concluyó con la detención de cinco individuos presuntamente liderados por Manuel T.O., empresario afincado en Meis cuya firma fue objeto de un completo registro policial durante la jornada de ayer. Junto a él fueron arrestados otros cuatro individuos, uno de ellos en Barro y los tres restantes en Santiago de Compostela, como supuestos integrantes de una organización criminal dedicada a la distribución y venta de las importantes cantidades de hachís que adquirían en las inmediaciones del Campo de Gibraltar.
Los arrestos, que se llevaron a cabo desde primera hora de la mañana, fueron el preámbulo de otros tantos registros domiciliarios en los que participaron, junto a los andaluces, miembros del Greco Galicia y de la Unidad contra el Crimen y el Tráfico de Drogas (Udyco) de Pontevedra, ambas dependientes de la Brigada Central de Estupefacientes.
Los arrestados contaban con empresas lícitas y disponían de pasaportes falsificados para viajar sin infundir sospechas
En el marco de los mismos, los investigadores se aprehendieron de abundante documentación, tanto en papel como en formato digital, así como teléfonos móviles y varios pasaportes falsos a nombre de individuos presuntamente venezolanos que serían empleados por los sospechosos para pasar inadvertidos en tránsitos internacionales.
En cuanto a la droga, a falta de los datos definitivos, se calcula que fueron hallados unos 30 kilos, procedentes todos ellos de la provincia de Cádiz, en la que habían entrado a través de embarcaciones neumáticas procedentes de Marruecos.
PRECEDENTE. El precedente más cercano en el tiempo, del que dio cuenta este periódico hace algunas semanas, fue el doble alijo de hachís incautado a narcotraficantes gallegos en el Sur de la Península cuando ya habían cargado las sustancias en vehículos para su transporte hacia el Norte de España. En aquel caso fue una doble operación conjunta liderada en Galicia por el grupo II de la Udyco y el Edoa de la Comandancia, que cristalizó en dos incautaciones que sumaron 3.800 kilos de hachís. Su destino principal iba a ser el mercado del Noroeste peninsular, con distribuidores bien conocidos por las autoridades policiales. Ambas investigaciones, que se desarrollaron de forma conjunta con el Greco de Cádiz (la misma unidad que está en estos momentos en Pontevedra) además del Servicio de Vigilancia Aduanera (éste en su fase final), se mantienen abiertas. Sin embargo, en ninguna de ellas se pudo detener a los gallegos que se iban a hacer cargo de las sustancias, algo que sí se pudo acometer ayer en Meis, Barro y Santiago.
El nuevo operativo policial vuelve a poner de manifiesto la clara relación de los narcos gallegos con la ‘guerra del Estrecho’. El hachís sigue siendo una buena opción para ellos, aunque la reina del negocio sigue siendo la coca.
