La Policía Local desmanteló el viernes pasado una fiesta ilegal con 26 personas en el casco histórico de Pontevedra, la mayor desde el inicio de la pandemia del coronavirus, según fuentes del cuerpo municipal. La celebración tuvo lugar en el número uno de la Praza do Teucro, en un establecimiento de venta y alquiler de disfraces muy concurrido en Feira Franca. El comercio se encuentra ahora sin actividad.
La portavoz del Concello, Anabel Gulías, informó este lunes de que los agentes acudieron al local tras recibir "chamadas de varios veciños " alertando sobre dicha fiesta. Al llegar al lugar, los policías "chamaron dúas veces á porta" del bajo, que finalmente abrieron dos jóvenes. Eran las siete y media de la tarde.
Al percatarse del olor a tabaco, los agentes sospecharon que había más gente en el interior. Al principio, los asistentes reconocieron la presencia de tres personas y explicaron a los guardias que la reunión se debía a que utilizaban la tienda como local de ensayo porque tenían un grupo de música. Pero los policías "detectaron voces de máis persoas", por lo que solicitaron permiso para inspeccionar el local.
En el registro, para el que se solicitó la presencia de una patrulla de refuerzo, se identificó en un primer momento a 18 personas. Dos de ellas se ocultaban debajo de una manta que tapaba una batería, según señaló Gulías. Pero también había personas escondidas en distintos puntos del local: detrás de puertas, detrás de un sofá, debajo de una mesa, entre los disfraces de la tienda, en el local de la calefacción y en un patio interior.
Entre las infracciones figuran la reunión de no convivientes y la presencia de vecinos de concellos cerrados por la covid
Finalmente, las autoridades identificaron a 26 personas, incluidas las dos que recibieron a los policías. A todas ellas se les solicitó el carné de identidad. Fue entonces, cuando los agentes descubrieron que, además de haber no convivientes, algunos de los participantes en la fiesta ilegal procedían (según sus DNI) de municipios cerrados por el perímetro sanitario de la Xunta, como Vilagarcía o Cangas, y de otras localidades, como Marín y Poio y del propio concello de Pontevedra. Según el cuerpo policial, en la fiesta se estaba consumiendo alcohol.
LAS MULTAS. Los asistentes a esta fiesta ilegal, algunos con mascarilla y otros sin ella, se enfrentan a multas que van desde los 600 hasta los 3.000 euros para los no convivientes. La misma infracción económica será aplicada a los jóvenes que se saltaron el perímetro sanitario que el Gobierno gallego activó para frenar los contagios de coronavirus.
El propietario del local se expone, sin embargo, a una doble sanción. La primera, de entre 3.000 y 20.000 euros, sería por acoger una celebración de este tipo, que está prohibida debido a la crisis de la covid-19. La segunda podría ser de carácter urbanístico porque el local carece de licencia para este tipo de actividades de ocio. Este último expediente, que será tramitado por el servicio de Disciplina Urbanística del Concello, prevé sanciones de carácter grave o muy grave que van de 301 a 30.000 euros y de 30.001 a 600.000 euros, respectivamente. Según la versión municipal, el dueño del comercio no se encontraría en la fiesta. El ‘anfitrión’ de la misma habría sido "un familiar" suyo.
Las denuncias de la Policía Local se tramitarán a nivel individual. Las propuestas de sanción deberá resolverlas la Xunta, la administración a la que se enviarán los correspondientes partes.
Los participantes en la fiesta estaban por todo el local: debajo de una manta, debajo de una mesa o entre los disfraces de la tienda
La portavoz del Concello, Anabel Gulías, aseguró que la Policía Local tenía sospechas de anteriores celebraciones en el número uno de la Praza do Teucro. "Había varias denuncias veciñais por ruídos", señaló.
Al parecer, no es la primera vez que la Policía Local se desplaza hasta la zona alertada por los vecinos. Pero en ninguna de las ocasiones anteriores hallaron indicios de que se estuvieran celebrando reuniones o fiestas prohibidas por la normativa anticovid.
OTRAS DENUNCIAS. El balance policial se completa con denuncias a otras nueve personas, que se interpusieron entre el lunes y el jueves de la semana pasada.
Cinco de ellas fue a personas que no llevaban la obligatoria mascarilla y cuatro por no respetar el toque de queda, que está establecido entre las 23.00 y las 6.00 horas.
