En los actos de celebración por el 39 aniversario de la Constitución fueron reconocidos con cruces y encomiendas de la Orden del Mérito Civil Francisco Javier Moldes Fontán, Eduardo Domínguez Pérez, Manuel Ramón Marcote Ferrio, Alfonso Mariño Rivas, Juan Carlos Cordovés Vázquez, Antonio Iglesias Salas, Manuel Garrido Crespo, María del Mar Ortega Fernández, Víctor Manuel Márquez Cortizo y Jesús Castellano Castellano.
Las medallas al Mérito de Protección Civil fueron para José Luis Fernández Aldegunde, Leovigildo Villares Yáñez, Carlos Alberto López Conde, Luis Hermo Cintas, Bruno Dacosta Díaz, Rubén Casal Millos, Alejandro Juega Roel, Francisco Javier Cancelas Costa y Felipe Cayo García.
Todos ellos sobrepasaron su labor obligatoria a la hora de salvar personas y bienes, pero estos dos últimos tienen una gran historia que contar. Cancelas Costa, agente de la Guardia Civil adscrito al puesto de Moaña, recibió la Medalla al Mérito de Protección Civil en su categoría de bronce con distintivo azul. La resolución gubernamental le condecora "por su actuación como intermediador para solucionar un problema de acoso escolar que sufría una menor realizando diferentes gestiones con los organismos públicos implicados". Tras el acto explicó que tras impartir una charla en un centro educativo de Moaña, una madre acudió a él "desesperada" porque su hija estaba sufriendo un caso de acoso escolar y el colegio ignoraba su petición de ayuda.
Cuando la Guardia Civil recibió el caso ya estaba "bastante avanzado", pues la niña llevaba sufriendo desde los cinco años (cuando un compañero le dio un beso no consentido) y ya tenía siete. Rápidamente actuó la Fiscalía de Menores, el centro tomó medidas y dos años después se logró un cambio de colegio que permitió a la niña "empezar a superar la fobia escolar". "Un año después la madre nos dijo que su hija empezaba a sonreír", explicó Cancelas.
El otro protagonista fue el polícia nacional adscrito a la brigada de seguridad ciudadana de Pontevedra Felipe Cayo, que el pasado 17 de agosto logró salvar a un hombre aplicándole la maniobra de la cánula de Guedel. Recibió la Medalla al Mérito de Protección Civil en su categoría de bronce con distintivo azul "por su intervención estando de servicio, auxiliando a una persona que había sido atropellada, superando el nivel de exigencia reglamentaria". Según explica, fue una "casualidad", pues hizo uso de unos conocimientos formativos previos. El suceso ocurrió en A Barca y, gracias a esa maniobra que va más allá de su labor, salvó la vida a un hombre de 51 años que acababa de ser arrollado. "No ventilaba, y la ambulancia aún tardaría cuatro minutos. Justo pasaba una enfermera por allí. Nos miramos y dijimos: no llega a tiempo". Gracias a esa maniobra "empezó a ventilar, pasó a estar semiinconsciente" y aguantó hasta que llegó una ambulancia que lo trasladó a Montecelo.
