Todos los sindicatos policiales (SUP, CEP, UFP y SPP) han coincidido en criticar la improvisación y la premura con la que se puso en marcha el cierre perimetral de las principales ciudades, que con solo unas pocas horas de antelación obligó a un notable despliegue de agentes para velar por su cumplimiento.
Inciden en que los ciudadanos parecen estar asombrados al saber que tienen que estar pendientes los fines de semana, y sus vísperas, para leer concienzudamente los boletines oficiales del Estado y los diarios oficiales de Galicia, y para conseguir interpretar que está autorizado y que está prohibido según donde vivan y según donde trabajen, "con normas cambiantes y a veces contradictorias, pero los Policías estamos prácticamente igual".
A este respecto, los sindicatos recuerdan que "la Policía no funciona a toque de corneta, estamos en el siglo XXI y se supone que estamos en un Estado organizado, pero resulta que en lugar de comunicarlo y publicarlo con tiempo, pasa todo lo contrario".
Su crítica hacia las administraciones responsables de adoptar estas medidas va más allá al apuntar que "se está legislando sin xeito y sin sentidiño, sin planificación ni aviso previo, a golpe de BOE y de DOG, y en fin de semana o en su víspera a última hora cuando todo el mundo (policías incluidos), ya tienen sus planes hechos y sus servicios planificados".
Advierten de que "toda esta improvisación deriva en imágenes como las que hemos visto este domingo en algunas ciudades de España", por lo que instan a los gobernantes a decretar con más antelación las nuevas medidas.
