PONTEVEDRA. El municipio de Pontevedra activará su plan de desbroces a partir del lunes que viene. Así lo avanzó ayer el concejal responsable del Rural, Demetrio Gómez, que explicó que los trabajos -que se desarrollarán durante todo el verano- contemplan la limpieza de más de 160 kilómetros de carreteras de las 15 parroquias pontevedresas.
El objetivo de esta iniciativa será doble. Por un lado, prevenir posibles incendios y, por otro, mejorar la seguridad en los viales en los que vehículos y peatones comparten espacio. «Isto é moi común no rural, por iso hai que garantir a seguranza viaria», subrayó el edil.
Las tareas de desbroce, en las que el Gobierno local invertirá unos 100.000 euros, serán asumidas por las brigadas municipales y por una empresa externa. Los trabajos comenzarán en la parroquia de Bora y seguirán en las de Marcón, Tomeza, Salcedo, Lourizán, Mourente, Campañó, Alba, Cerponzóns, Lérez, Verducido, Santa María de Xeve, Santo André de Xeve, Ponte Sampaio y A Canicouva.
Una de las novedades de la campaña de este año tiene que ver con que los trabajos serán de mayor intensidad en los viales rurales con más uso. Entre ellos, los accesos a Marcón y Monte Porreiro, Rúa das Pereiras, la subida a Montecelo y la bajada por Príncipe Felipe, Valdecorvos, Santa Margarida y la zona de Camposanto.
Demetrio Gómez confía en que, con esta actuación, «os camiños estén en estado de revista un ano». A preguntas de los medios sobre si la falta de limpieza de parcelas privadas aumentaría el riesgo de posibles incendios, el concejal del BNG explicó que esta situación se produce, entre otras cuestiones, por el abandono del rural, una situación que vinculó a la falta de apoyo político a nivel europeo, estatal y autonómico para evitar la despoblación de las parroquias. En este sentido, Gómez considera necesario favorecer la creación de actividades económicas relacionadas con la agricultura y el sector forestal.
los incendios. Los incendios provocan la pérdida de 24 hectáreas de monte al año en Pontevedra. Así se pone de manifiesto en el Plan do Monte elaborado por el Concello y la Mancomunidade de Montes de Pontevedra, un organismo del que forman parte 3.400 vecinos repartidos en doce comunidades de montes.
El informe advierte de que cada año se registran una media de 49 fuegos en el municipio, una tenencia que se mantiene desde las últimas dos décadas. La única excepción a la regla fue la ola de incendios de 2006, y previamente en 1989, cuando se contabilizaron más conatos.
El abandono de propiedades forestales privadas o la presencia masiva de eucalipto, una especie que sigue siendo la principal fuente de financiación de los comuneros y que ocupa el 37 por ciento de las 2.234 hectáreas de masa arbórea del ayuntamiento, preocupan al Concello.
La oleada de incendios registrada en 2006 en toda la comarca obligó a la corta de la madera quemada y a la restauración posterior de las superficies que fueron pasto de las llamas. Entre 2007 y 2012, y gracias al programa municipal Monte Vivo, las comunidades de montes invirtieron más de 2,4 millones de euros en repoblación arbórea, sobre todo de especies frondosas. De esta cantidad, más de un millón de euros fueron aportados por el Concello.
Pontevedra tiene un índice de riesgo de incendio «alto». Así lo puso ayer de manifiesto la Xunta a través de su sistema de alertas de la Consellería de Medio Rural, que refleja que el municipio lerezano tiene entre un 57 y un 68 por ciento de posibilidades de padecer un fuego.
Campaña de desbroces del Concello de Pontevedra. david freire/ archivo El Concello invertirá unos 100.000 euros en su programa de limpieza de cunetas, que se desarrollará durante todo el verano
