El control poblacional de palomas se ampliará por primera vez a nuevas zonas del centro de la ciudad. Además de en A Ferrería, se instalarán jaulas en otras calles próximas para capturar y reducir el número de este tipo de aves. "Estanse a valorar os ámbitos de actuación como a Praza de España", explica Juan Fraga, administrador de Larus Control, la empresa coruñesa que el Concello ha vuelto a contratar para hacerse cargo de este servicio.
La empresa Larus Control iniciará los trabajos cuando se levante el estado de alerta por coronavirus. El contrato supera los 18.000 euros
La campaña, que se viene desarrollando desde 2014 y que este año contará con un presupuesto de más de 18.000 euros, también contempla una intervención sobre la población de gaviotas patiamarillas. La captura de estas palmípedas será distinta a la de las palomas. En este caso, la actuación se realizará directamente en los tejados del centro de la ciudad para retirar nidos, huevos y polluelos.
"Deste xeito impedimos novas postas e limitamos a capacidade reprodutiva das gaivotas", apunta Fraga, que recuerda que además de quitar el lecho que construyen estas aves también se aprovecha para limpiar el tejado de los materiales que estas dejan y que pueden obstruir las canalizaciones de aguas pluviales.
La captura de palomas se prolongará tres meses más. Las aves se trasladarán a un centro especializado. Las enfermas se sacrificarán
Los trabajos para mantener a raya a la que está considerada como una "plaga" urbana se iniciarán después de que se levante el estado de alerta sanitaria decretado por el coronavirus. "Co control de pombas non habería problema porque non hai contacto cidadán, pero coas gaivotas a cousa cambia porque temos que entrar nas vivendas dos veciños para acceder ós tellados. E tal e como está a situación agora mesmo non sería prudente", apunta el responsable de Larus Control, que avanza que, si el calendario de la pandemia no sufre variaciones, la campaña dará comienzo en mayo.
El control de las palomas durará tres meses más que el año pasado, para llegar a finales del verano. Así se reducirá la población de unas aves que generan malestar entre la hostelería local, además de ser un foco de distintas enfermedades, sobre todo las que afectan al aparato respiratorio.
El protocolo de intervención establece que los polluelos de gaviota que se retiren se devuelvan a su entorno natural, las zonas costeras
Las palomas capturadas se trasladarán a un centro especializado para luego soltarlas en zonas en las que haya depredadores naturales. Aquellas que estén enfermas se sacrificarán.
Las crías de gaviota tienen un tratamiento similar, cumpliendo la normativa vigente de la Xunta. En este caso, las palmípedas que se recogen se devuelven a su entorno natural, las zonas costeras.
417 palomas
En 2019 se contabilizaron 750 palomas en Pontevedra. Se capturaron 417 en A Ferrería.
313 huevos de gaviota
En 2019 se retiraron 313 huevos de gaviota y 59 polluelos de 190 nidos en tejados de la ciudad.