Pontevedra apela a San Sebastián para que la libere del covid-19

Tino Lores, presidente de Amigos do Camiño Portugués, imploró protección para el personal de servicios esenciales y para los hospitaleros del albergue de peregrinos en el Xacobeo 2021-2022
Tino Lores durante la renovación del voto a San Sebastián que tuvo lugar en la Basílica, este miércoles. RAFA FARIÑA
photo_camera Tino Lores durante la renovación del voto a San Sebastián que tuvo lugar en la Basílica, este miércoles. RAFA FARIÑA

La ciudad renovó este miércoles su voto a San Sebastián, copatrono de la ciudad, una tradición que se conserva desde 1515, en un acto religioso que tuvo lugar en la Real Basílica de Santa María la Mayor, respetando las normas de seguridad fijadas por las autoridades sanitarias y el Arzobispado de Santiago de Compostela, como la limitación del aforo al 30% de la capacidad del templo y manteniendo la distancia social de 1,5 metros entre cada uno de las personas devotas. Aunque los años impares es donde en esta feligresía se centralizan los actos en honor a San Sebastián, dadas las actuales circunstancias de crisis sanitaria, los sacerdotes de la capital han decidido que, para evitar aglomeraciones y adaptarse mejor a las restricciones, cada parroquia celebrase esta fiesta de forma individual.

El presidente de la asociación cultural Amigos do Camiño Portugués a Santiago, Tino Lores, fue el encargado de suplicar ayuda divina al santo "para liberarnos desta pandemia do covid-19", dado que la tradición religiosa le sitúa como especial protector contra las enfermedades contagiosas como las que se registraron en Pontevedra en 1515, 1598 y 1854 (peste y cólera).

"Pídoche por todas aquelas persoas que nos atenden cada vez que o necesitamos, especialmente a todo o persoal sanitario para que os axudes no seu traballo porque a nosa vida en moitas ocasións depende deles, pero tamén aos militares as Corpos e Forzas de Seguridade do Estado, autonómicas e locais, e a todos aqueles que, durante o confinamento e aínda hoxe, prestan servizos esenciais para facer o noso día a día máis soportable e ao facelo, agradezo en nome de todos os pontevedreses e pontevedresas o seu traballo, a súa abnegación e a súa xenerosidade", señaló Tino Lores.

Durante la renovación del voto a San Sebastián, Tino Lores tuvo un recuerdo especial para las personas fallecidas en la pandemia

El presidente del colectivo también hizo referencia al Xacobeo, indicando que "se o Ano Santo xa é un regalo en si mesmo –xa que é un tempo de graza e bendicións– a súa extensión ao ano 2022 por parte do papa Francisco fainos aínda máis agradecidos e mais cheos de esperanza e de ilusións".

TRABAJO INTENSO. Tino Lores también recordó que la asociación Amigos do Camiño Portugués viene trabajando desde su fundación en 1993 "polo culto e a peregrinación á tumba do Apóstolo Santiago" y que les esperan dos años de "traballo intenso e difícil" para la acogida de los caminantes en el albergue de Otero Pedrayo.

Además, e n la renovación del voto a San Sebastián tuvo un recuerdo para las personas que han fallecido a causa del coronavirus y reclamó a San Sebastián "protección e apoio para as nosas familias, responsabilidade, ánimo e esforzo para os nosos mozos e para os seus profesores, orientadores e titores, respecto e agarimo para os nosos maiores e para os nosos nenos, lucidez para os que nos gobernan, alivio para os que sofren e caridade e perdón para os que xa non están connosco. Axuda ás nosas mulleres –añadió–, alma da nosa terra e consola ás nosas hospitaleiras e os nosos hospitaleiros para que continúen neste traballo desinteresado e voluntario de axuda aos peregrinos e peregrinas de Compostela".

Voto. Una tradición que surgió en 1515 y que pervive con el paso del tiempo
La tradición de implorar protección a San Sebastián data de principios del siglo XVI. Fue en enero de 1515, durante un grave episodio de peste, cuando la entonces villa de Pontevedra se ofreció a este santo, con motivo de la proximidad de su fiesta y dada su especial intercesión para librar de cualquier enfermedad a personas y urbes.

Como quiera que el brote de peste remitió a raíz de las devotas oraciones de los pontevedreses, desde entonces se le rinde a este santo un especial homenaje cada 20 de enero, figurando como uno de los principales protectores de la ciudad, junto a San Roque (otro gran abogado frente a las epidemias) y a la patrona, Nuestra Señora de la Esperanza, la Virgen de la O.