Pontevedra pondrá en marcha su nuevo servicio de basuras este año

La implantación del nuevo sistema, que hará obligatorio el compostaje, se hará de forma gradual ▶ El Concello aprobó este viernes el expediente administrativo del contrato, que superará los 214 millones de euros y se licitará antes del verano
Contenedores marrones en los que habrá que depositar los biorresiduos. RAFA FARIÑA
photo_camera Contenedores marrones en los que habrá que depositar los biorresiduos. RAFA FARIÑA

El nuevo servicio de basuras se pondrá en marcha este año. La fecha todavía es una incógnita, pero el Concello dio este viernes un nuevo paso para la licitación del mayor contrato en la historia de la ciudad. La Xunta de Goberno local aprobó el expediente administrativo que permitirá a las empresas conocer el proyecto que va a transformar por completo el sistema de residuos municipales. Pontevedra será la primera ciudad en adaptarse a la nueva Ley de Residuos, que el Congreso aprobó el pasado 31 de marzo, pero que aún no ha entrado en vigor.

El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, convocó este viernes a la prensa para compartir este hito. "Estou especialmente satisfeito. Este é o contrato máis importante que fixo o Concello dende que eu son alcalde, e tamén o máis participado", destacó. "Os residuos deixarán de ser un lixo para convertirse nun recurso", añadió.

El Gobierno local confía en licitar el nuevo contrato antes del verano. Para hacerlo deberá superar un último trámite externo, el del informe de la Oficina Nacional de Evaluación, que dispondrá de un mes para supervisar las bases del contrato y certificar su viabilidad.

El futuro servicio de basuras tendrá una duración de 20 años, prorrogables por uno más. El presupuesto inicial previsto para cada ejercicio asciende a 10.702,093,53 euros. Por lo tanto, el coste máximo será de 214.041.870,60 euros durante las dos décadas, superando, por tanto al servicio del agua, que se adjudicó por 129,14 millones de euros por el mismo período temporal.

"Estou especialmente satisfeito. Este é o contrato máis importante que fixo o Concello dende que eu son alcalde", destaca Lores

La implantación del nuevo sistema de residuos será gradual para facilitar que la ciudadanía se adapte a las novedades. La principal de ellas es la obligación de reciclar basura orgánica a través de alguno de los tres programas que ya están en marcha de forma experimental: el compostaje individual en viviendas con huerto, el que se hace en algunos barrios a través de los composteros comunitarios y el que llevan a cabo vecinos del casco histórico y de algunas calles del centro a través del contenedor marrón.

"O sistema non pode cambiar dun día para outro. O proceso determinarao a empresa", explicó este viernes el concejal de Residuos, Raimundo González Carballo, que recordó que será la futura concesionaria la que marcará los tiempos para que Pontevedra cumpla con las ratios que marca la Unión Europea: reciclar el 55% de los residuos municipales (incluyendo aceites usados y textiles) en 2025, el 60% en 2030 y el 65% en 2035.

La capital provincial está aún lejos de estos porcentajes. En la actualidad se sitúa entre el 21 y el 22%. "Estamos lonxe, pero estamos moito máis avanzados que noutros sitios", recordó González Carballo.

Los objetivos europeos de reciclaje se sitúan en el 55% en 2025. Pontevedra se encuentra aún entre el 21 y el 22%

INVERSIONES. El nuevo contrato de la basura irá acompañado de mejoras, que las empresas podrán ofertar para llevarse el concurso. El Concello cifra estas inversiones en 23 millones de euros, de los cuales 12,7 millones se destinarán a la renovación de vehículos y otros medios y 10,3 millones para la construcción de la planta de compostaje.

Esta última infraestructura se hará "si ou si", pero no tiene por qué ser en A Canicouva. Aunque su ejecución sí figura en los pliegos del contrato, la futura adjudicataria podrá renunciar al proyecto en esta parroquia si demuestra que es inviable. Aún así, el edil de Residuos se muestra confiado en que la obra se haga en una parcela de 100.000 metros cuadrados de monte en Loureiro, por cuyo alquiler el Concello paga un canon de 20.000 euros al año a la Comunidade de Montes de A Canicouva. "A vantaxe é que nós xa lle damos a ubicación. Non cabe a posibilidade de non facer a planta de compostaxe dentro do municipio", aclaró.

González Carballo cifró en 40 millones el dinero final que la empresa tendrá que invertir en el contrato durante toda su vida útil. El motivo es que una de las cláusulas obligará a la concesionaria a cambiar la flota de vehículos cada diez años.

González Carballo cifra en 40 millones de euros las inversiones totales de la adjudicataria durante la vida útil del contrato

POR OBJETIVOS. Una de las novedades del servicio es que la concesionaria cobrará en función de la calidad del mismo. Funcionaría como un "contrato por obxectivos". Y la intención es que el sistema de retribución sea variable para que la gestión sea lo más eficaz posible. Esta fórmula, casi pionera, podría generar recelos entre las empresas.

El futuro contrato también creará más empleos. La plantilla pasará de 106 a 163 personas, incluyendo en este cómputo los 25 trabajos asociados a la planta de compostaje.

La implantación del nuevo servicio no implicará una subida del recibo para los contribuyentes, según recordó el edil de Residuos, que sí abrió la puerta a posibles bonificaciones si se alcanzan las cotas de reciclaje. Estas podrían aplicarse "por lugares ou parroquias, ou por zonas". Para ello, la colaboración ciudadana será fundamental, tal y como señaló el alcalde, que confirmó que se harán campañas de sensibilización.


SOGAMA RECIBIRÁ SOLO EL 10% DE LOS RESIDUOS
A pesar del nuevo contrato de basura, que apuesta por el reciclaje, Pontevedra seguirá enviando residuos a Sogama. La intención es que del 75 o 76% de la basura que se traslada ahora a quemar a la planta incineradora de Cerceda se baje a solo el 10%.

"A separación do cen por cen dos biorresiduos é imposible. Como desexo sería o ideal", recordó el concejal de Residuos, Raimundo González Carballo.

Por su parte, el alcalde confía en que la ciudadanía se adaptará al nuevo modelo de basuras. "É unha volta ao sentido común e en contra do consumismo", expresó Miguel Anxo Fernández Lores, que recordó que la basura no pertenece a las administraciones que las gestionan, sino a quienes la generan.

Habrá sexta prórroga
El retraso en la tramitación del nuevo contrato de basuras obligará al Concello a aprobar una nueva prórroga de la concesión que gestiona la antigua Cespa (después Ferrovial y ahora PreZero). Será la sexta consecutiva. González Carballo aseguró que todavía caben más ampliaciones de contrato, "ata un máximo de 50 anos".

Comentarios