Pontevedra asiste a una clase magistral del peluquero 'Lord Jack Knife'

Salvador Chanzá demuestra por qué cobra hasta 120 euros por arreglar barbas
Salvador Chazá, en una de las demostraciones realizadas en Pontevedra
photo_camera Salvador Chazá, en una de las demostraciones realizadas en Pontevedra

Decenas de peluqueros y barberos asistieron este lunes en un céntrico hotel de la ciudad a una clase magistral de Salvador Chanzá, un joven valenciano que, a sus 33 años, ha conseguido coronarse como uno de los mejores del gremio. Se hace llamar Lord Jack Knife y cobra entre 70 y 120 euros por un arreglo de barba, todo depende de la cartera y el encargo del cliente. Vive a caballo entre Oslo (Noruega), donde dirige tres barberías, y Cracovia (Polonia), donde cuenta con una escuela de formación en la que ilustra a sus alumnos y crea tendencia.

Su visita a la ciudad capitalina fue gestionada por el pontevedrés Manuel Novoa, distribuidor de productos italianos para peluquería y barbería de la casa Luxina. Los asistentes llenaron el salón y no solo recibieron consejos teóricos, sino que pudieron ver varias demostraciones en directo de cómo transformar un cabello o cómo manipular una barba.

La moda de la barba se debe "al salto que se dio desde la metrosexualidad al redescubrimiento de la masculinidad del hombre"

CLAVES. Para Chanzá una de las claves a la hora de arreglar una barba es "tener en cuenta la densidad del pelo y la forma del rostro", de forma que si uno tiene la cara más ancha, se aconseja "proyectar la barba" y, si es estrecha, "vestirla gracias al pelo".

La barba excesivamente larga, "el barbón", ya no está de moda. Ahora lo que se lleva es lucir diferentes tamaños y "diferenciarse del resto, ser más genuino". Para salvar el gran hándicap de los problemas de higiene que puede despertar una barba abundante, bastan tres técnicas: usar "un champú específico para que esté más dócil, hidratar la piel y utilizar un buen cepillo de jabalí para exfoliar las células muertas".

Algunos todavía se preguntarán por qué la barba está tan de moda. Chanzá cree que el resurgir tuvo lugar con "el salto que se dio desde la metrosexualidad al redescubrimiento de la masculinidad del hombre". "La barba es el mayor elemento diferenciador y el portarla es volver a recuperar ese hombre bruto entre comillas, ese macho alfa. Es la oposición al hombre aniñado que se cuidaba más que una mujer y que lucía cejas depiladas", un prototipo que, al parecer, "ya es de antaño".

Pese a su corta edad, Chazá lleva casi 16 años como barbero profesional. Su incursión empezó "un poco de rebote". Su padre quería que estudiara ingeniería agrícola para dar continuidad a la tradición familiar, pero él quería hacer algo con las manos. Su primera opción era "ser chef", pero la descartó por el coste de la escuela de la formación. Por aquel entonces tenía "muy buen vínculo" con su barbero, quien le invitó a probar. Le gustó y fue a formarse a Francia, Reino Unido, Estados Unidos y muchos otros territorios en los que cogió destreza para estar en el top ten.

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