Pontevedra baja un 45% la población menor de 3 años, el récord de Galicia

Las guarderías públicas perciben un bajón en las matrículas que vinculan a la caída de la natalidad ▶ Por primera vez la de A Parda tiene plazas libres en bebés
Jornada de adaptación celebrada en A Parda. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Jornada de adaptación celebrada en A Parda. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Casi como efecto inverso al ascenso de la demanda en las escuelas infantiles privadas, las de titularidad pública han comenzado el curso con listas de espera mucho más contenidas a las de antaño. Algunas incluso no tienen candidatos en cola y muchas disponen de varias plazas vacías. ¿Motivos? Los centros consultados aluden a la gratuidad de esta fase educativa en los centros privados, pero sobre todo a la caída de la natalidad y lo cierto es que las estadísticas le dan la razón.

Pontevedra sigue siendo (por ahora) la ciudad más joven de Galicia, con una edad media de la población de 44,7 años. Sin embargo, la Boa Vila es también la urbe gallega en la que más se ha desplomado la población infantil menor de tres años durante la última década. Según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (correspondientes a 2021), en Pontevedra residen 2.278 niños de cero a tres años, un 45,6% menos de los que constaban en 2012.

Dicha caída duplica los porcentajes de Vigo, A Coruña, Ourense y Lugo e incluso casi triplica la tasa de Santiago, donde el descenso de esta masa poblacional se quedó en el 17,8%. La única que se aproxima a la ciudad capitalina es Ferrol, donde la bajada fue del 34,4%. En Galicia la reducción fue del 24,5%, en la provincia del 35% y en la comarca del 39%. Además, Pontevedra es la segunda de las siete grandes urbes de Galicia con menos niños en edad preescolar. La única que le saca ventaja es, de nuevo, la ciudad ferrolana (1.333 menores de tres años), mientras Vigo es la que despunta con 7.745 niños en esta franja etárea.

"ALGO INSÓLITO". La Galiña Azul de A Parda, la de mayor capacidad del municipio (tiene 115 plazas), es una de las escuelas infantiles públicas que ha recibido menos solicitudes que en años previos.

Su directora, Patricia Santiago, precisa que donde más se ha notado el bajón es en el primer nivel, el de bebés, "onde por primeira vez quedaron prazas libres, algo insólito". Concretamente, han quedado desiertas cinco de las 15 que tiene reservadas para menores de un año y que ahora pasarán a ser asignadas en el período extraordinario de matrícula. ¿Causas? La responsable alude a la gratuidad universal de la educación infantil, pero sobre todo a la caída de la natalidad. Un hecho irrefutable que, precisamente, ha provocado que tan solo uno de todos los colegios del concello que ofrece educación infantil (de 3 a 6 años) haya tenido que baremar puntuación.

La directora añade que en el nivel de 1 a 2 años "seguimos tendo demanda e lista de agarda", mientras que en la etapa de 2 a 3 años queda alguna vacante, "como xa era habitual nos últimos anos".

A favor de la privada ► El "horario flexible" planta competencia

En la escuela infantil de Campolongo, la segunda pública con más capacidad de Pontevedra (107 plazas) también se ha detectado una bajada en el número de solicitudes de plazas respecto a otros años. Particularmente, en las unidades de 2 a 3 años, donde lo habitual era que se formara lista de espera y donde ahora mismo "hay varias plazas libres".

Su directora atribuye al fenómeno al descenso de la natalidad y la gratuidad de centros donde antes se tenía que pagar una cuota mensual, pero también al hecho de que en la privada ofrecen "un horario más flexible" que en algunas instalaciones públicas. "Hay guarderías privadas que trabajan hasta las ocho de la tarde y eso a veces cuadra mejor con las necesidades de las familias". El centro de Campolongo trabaja de 08.00 a 17.00 horas.

"VOLVEMOS SER NÓS". Por su parte, la escuela de A Parda ha empezado el curso con 103 matriculados y lo ha hecho con sesiones de adaptación que comenzaron con alumnos del curso pasado y que seguirán hoy con los ‘nuevos fichajes’. ¿Cómo ha sido el recibimiento? La directora del centro, Patricia Santiago, afirma que "non houbo moitos choros" y que alumnos y educadores se muestran "contentos pola volta á normalidade". "Para nós hai unha vida antes da pandemia e outra despois, porque tivemos que adaptarnos moito. Seguimos insistindo en medidas de hixiene e ventilación, pero volvemos ser nós".

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