Pontevedra cierra noviembre con 143 nuevas empresas, el récord de este año

La provincia ha registrado este año la constitución de 1.332 sociedades mercantiles, un total que se sitúa a niveles precovid pero que se queda por debajo de los datos de 2021 ► La inversión inicial de los fundadores desciende y el 83% tiene menos de tres empleados
Jonathan Martínez y, a la derecha, Silvia Massetti y Mercedes Murga.DP
photo_camera Jonathan Martínez y, a la derecha, Silvia Massetti y Mercedes Murga, ejemplos de emprendimiento.DP

A pesar de las sucesivas crisis de suministros, energía y crédito, la provincia pontevedresa mantiene un ritmo saludable de creación de nuevas empresas, sobre todo sociedades limitadas (S.L.), que representan el 97% del total.

Según las cifras publicadas esta semana por el Instituto Galego de Estatística (IGE), Pontevedra registró en noviembre la constitución de 143 sociedades mercantiles, una cifra de récord que bate varias plusmarcas. Por un lado, porque es el máximo mensual que se alcanza desde junio de 2021 y, por otro, porque es el mejor noviembre de los últimos seis años en materia de creación empresarial. Solo el de 2016 mejora esta marca con la constitución de 148 nuevas firmas.

Si uno extiende la evaluación a este ejercicio, se puede ver que en lo que va de año se han creado en la provincia 1.332 sociedades mercantiles, un total con algo más de claroscuros. La parte positiva es que el número de constituciones supera en un 18% los datos del primer año de pandemia y que prácticamente iguala los de 2019, cuando el covid todavía no había hecho acto de presencia y se contabilizaban 1.335 creaciones.

¿La parte negativa? Que el recuento se queda por debajo del que se hacía el año pasado a estas alturas del ejercicio (1.404) y que, además, la inversión de los socios fundadores ha ido descendiendo en las últimos anualidades. En 2019, por ejemplo, las empresas fundadas en los primeros once meses del año llevaban implícita una inversión superior a los 116 millones de euros. En cambio, en 2020 ese capital de base bajó a los 99 millones, en 2021 a los 78,6 y este año a los 78,1 millones.

Empresas activas 

Según el último registro de sociedades activas, correspondiente al año 2021, Pontevedra cuenta con 68.043 empresas de las que algo más de la mitad (el 52,5%) no tienen asalariados, por lo que están directamente lideradas por sus promotores, la inmensa mayoría personas físicas que ejercen como autónomos.

El 29,8% tiene entre uno y dos empleados, el 9.8% entre tres y cinco y el 3,8% entre seis y nueve. Únicamente un 4% de las empresas supera los diez empleados y la inmensa mayoría se queda por debajo de los 50.

Por sectores, la última estadística publicada es relativa al año 2020 y, al margen de las injerencias que pudo haber tenido la pandemia, se puede ver que el comercio es el área provincial con más unidades empresariales (21.930) y que la construcción es la segunda con 9.907 sociedades. La clasificación continúa con las actividades profesionales (8.760), la hostelería (7.471), la industria manufacturera (5.041) y el transporte y almacenamiento (4.215).

Un autónomo del baile que empezó con "vídeos de Youtube"

Jonathan Martínez. DP
Jonathan Martínez. DP

Jonathan Martínez, vecino de Pontevedra y de 31 años de edad, es uno de los emprendedores que han puesto a rodar este año su propio negocio, aunque en su caso como autónomo. Su especialidad es la enseñanza de bailes en pareja y, según cuenta a este periódico, se animó a dar el paso el pasado mes de octubre, casi obligado por las circunstancias. 

Su idea inicial era la de trabajar por cuenta ajena para academias de baile, pero su contratación salía "bastante cara" , por lo que decidió darse de alta como autónomo y ejercer por libre. 

El salto al mundo empresarial le dio "miedo", porque al principio "solo tenía aseguradas una o dos clases y no sabía si iba a tener suficientes ingresos" para pagar la cuota de autónomas y el resto de gastos corrientes como, por ejemplo, la asesoría o la gasolina que consume en sus desplazamientos por la comarca. 

Sin embargo, afirma que su aventura está yendo "mejor de lo que esperaba", sobre todo en ayuntamientos como Vilagarcía o Caldas, ya que en lo que es Pontevedra ciudad es algo más complicado "porque hay mucha competencia". 

Jonathan empezó a flirtear con el baile en el instituto, cuando comenzó a practicar break dance. Luego, con 23 años, se encontró con un amigo que daba clases gratuitas de baile latino y, según dice, se enganchó. Tanto, que decidió aprender por su cuenta "viendo vídeos de Youtube" para luego enseñar los pasos a sus amigos y probar su maña en las fiestas patronales "bailando con gente desconocida". 

La propuesta gustó y dio pie a la fundación de la asociación Bailando Paso a Paso, dirigida a ilustrar a la "gente joven" en distintas modalidades de baile en pareja. Así llegaron las clases colectivas y la primera invitación a ejercer de forma profesional en el sector, cobrando por ello y no de forma altruista, como hacía en la asociación. 

Hoy Jonathan es su "propia empresa" y, a tenor de sus palabras, es una travesía que no se arrepiente haber iniciado y en la que navega "bastante bien".

Una madre y una hija que concibieron un espacio gastronómico

Mercedes Murga y Silvia Massetti. DP
Mercedes Murga y Silvia Massetti. DP

Silvia Massetti (58 años) y su hija Mercedes Murga Massetti (28 años) fundaron en la ciudad del Lérez Vía Nai, "un espacio gastronómico" en el que realizan talleres de cocina para todos los públicos y eventos privados, y donde elaboran por encargo repostería casera, platos salados y cáterin. 

En realidad ambas preveían abrir el negocio en noviembre de 2020, pero el efecto arrollador de la pandemia hizo que pospusieran sus planes y retrasaran la inauguración hasta marzo de 2021. Según puntualiza Mercedes, los comienzos no fueron fáciles ya que "eran tiempos complicados, también para los que ya tenían un negocio, y porque nunca habíamos tenido un negocio propio". Ponerse al frente de la empresa les abocó a encarar "muchas cosas nuevas" y aún hoy les emplaza a tomar "decisiones constantes", uno de los retos más difíciles para este dúo de emprendedoras, pues saben que sus resoluciones "tienen un impacto directo en el negocio". 

Ambas comparten desde siempre su filosofía de disfrute por la comida y el backstage de la cocina, "por todo ese proceso que hay detrás de un plato". Y aunque nunca se sabrá el peso del destino, lo cierto es que los hechos discurrieron a favor de que emprendieran juntas. Silvia, técnico superior en dietética, llevaba 15 años impartiendo talleres de alimentación saludable, pero sentía la necesidad de tener un espacio propio y decidió empezar en el momento justo, cuando su hija ya estaba graduada en ADE y formada en diseño de interiores.

Mercedes empezó echando una mano con la búsqueda de un local y una imagen corporativa, pero acabó inmersa en el proyecto, que acabó ampliando la propuesta de talleres de cocina con más servicios. Entre ellos, triunfan los obradoiros de cocina para pequeños, las clases individuales para personas sin experiencia o con necesidades alimenticias especiales y los cáterin. "Todos ellos pensando siempre desde una alimentación consciente, sabiendo no solo de dónde viene el producto, sino el proceso que se ha seguido para elaborarlo".

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