La vigilancia de los cierres perimetrales de 22 ciudades de la provincia en las que viven cerca de 650.000 personas, y el estricto cumplimiento de los nuevos horarios para el comercio y la hostelería, ocupó este viernes buena parte de las tareas policiales y administrativas en los concellos. La primera jornada del nuevo escenario diseñado para la contención de la pandemia en Galicia se saldó con un buen balance de concienciación ciudadana, pero también con un preocupante crecimiento en el número de contagios.
Sin apenas incidencias reseñables, la labor de las autoridades se centró en tareas primordialmente informativas. El miedo a que durante el fin de semana haya intentos de desplazamientos prohibidos entre localidades perimetradas provocará que, desde este sábado, se extreme la vigilancia y las autoridades adopten posturas menos transigentes con los despistados.
El crecimiento del número de contagiados, que lleva casi dos semanas disparando todas las alarmas, hace temer a las autoridades sanitarias que el escenario se complique hasta generar una tensión hospitalaria que se trata de evitar a toda costa. Se inc
rementaron los controles en los hospitales, que ya anuncian una reorganización de sus espacios y una replanificación de las cirugías menos urgentes con el objetivo de garantizar una máxima atención a los pacientes covid. Además, los cribados masivos realizados en distintas localidades de la provincia, especialmente en Arousa y Bueu, pretenden localizar lo que los médicos consideran el mayor peligro actual: los pacientes asintomáticos, capaces de multiplicar los contagios si no se detectan y confinan adecuadamente. De hecho, la previsión del Sergas es que en las próximas dos semanas la incidencia de la covid-19 en los hospitales se haya duplicado respecto a la que se contabilizó antes de las fiestas navideñas.
La Xunta prepara también nuevos escenarios de restricción, si las cifras se complican, en los que ya se incluye el confinamiento masivo de la población, bien de manera general -en toda la comunidad autónoma- o bien de forma selectiva, por localidades o comarcas concretas.
La organización de ayudas sociales y la atención a los sectores más afectados, principal preocupación ciudadana tras la pandemia
Desde los servicios sanitarios y desde la Administración apelan una vez más a la conciencia colectiva y al cumplimiento generalizado de las restricciones y de las medidas de seguridad. Los próximos días serán claves para que la pandemia se frene o se dispare.
La otra lacra de esta crisis es la pandemia económica y social. Concellos, Deputación, Gobierno autonómico y ONG tratan de coordinar sus acciones para atender a la población más afectada. La hostelería se erige en el sector con más consecuencias inmediatas. Pero no es el único. Colectivos como Cáritas y Cruz Roja hablan de incrementos de entre el 70% y el 80% en la petición de auxilio familiar para necesidades básicas como la alimentación o la electricidad.
