El modelo urbano de Pontevedra prepara su tercera transición después del proceso de peatonalización y de la implantación de la zona 10 y de otras medidas para mejorar su seguridad vial. Y lo hace con la vista puesta en mantener a raya el tráfico de paso, que es aquel que atraviesa la ciudad pudiendo llegar a su destino a través de rutas alternativas. "Faremos unha zona de tráfico restrinxido en toda a cidade", recordó este miércoles el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores.
La medida forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que el Concello prevé tener listo a finales de este mes. El documento será sometido a información pública como paso previo a su aprobación en el Pleno municipal. Su entrada en vigor se producirá este año, tal y como exige la Ley de Cambio Climático.
¿Qué es un PMUS y una zona de bajas emisiones?
El PMUS es un documento en el que se incluyen las actuaciones que se deben llevar a cabo para lograr una movilidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, primando los desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte público para reducir la contaminación. Su puesta en marcha es obligatoria para las ciudades de más de 50.000 habitantes.
Pontevedra ha contratado por más de 17.000 euros a una empresa externa para que diseñe su plan, que deberá incluir de forma obligatoria una zona de bajas emisiones (ZBE) en su casco urbano.
Las ZBE tendrán que ir acompañadas de medidas para reducir el tráfico. Y hay tres posibilidades para hacerlo: el cobro de una tasa o peaje por la entrada de coches a la ciudad; la implantación de un sistema de control de acceso de vehículos según su nivel de emisiones o la activación de medidas para reducir el tráfico rodado.
¿Cuándo se pondrá en marcha?
La zona de bajas emisiones tiene que ponerse en marcha antes de 2023, tal y como recoge la Ley. ¿Y qué opción ha elegido Pontevedra para su implantación? La tercera vía, que el Ministerio para la Transición Ecológica admitió el pasado mes de septiembre como alternativa a las otras dos (el peaje y el control de vehículos por etiquetas) tras la presión de grupos como Ciudades que Camiñan, una entidad que representa a 70 ciudades en las que viven ocho millones de personas y que preside Miguel Anxo Fernández Lores, que en abril de 2021 mantuvo una reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, para plantearle la citada posibilidad.
¿Cómo afectará a Pontevedra?
La medida se aplicará en lo que el alcalde denomina "cidade compacta", es decir, en el centro y en los barrios. En la práctica supondrá extender las restricciones que ya existen en el casco histórico y en zonas próximas a otros ámbitos del casco urbano, quedando excluidas las 15 parroquias del rural.
La zona de bajas emisiones implicaría la creación de un anillo invisible que cubriría aproximadamente unos 3,2 kilómetros cuadrados de Pontevedra, incluyendo áreas como A Parda, Campolongo, O Burgo o los accesos a la ciudad por el Sur, como la avenida de Vigo. "Faremos unha cidade máis democrática, inclusiva e accesible", destacó Lores, que recordó que este proyecto deberá estar apoyado por el impulso de infraestructuras pendientes, como la circunvalación, para descargar tráficos del centro.
Las denominadas ZBE podrían obligar a crear nuevos estacionamientos gratuitos en el ámbito periurbano. "Se se necesitan máis prazas buscaranse aparcamentos alternativos", añadió.
¿Encaja en el modelo urbano?
Lores considera que la intervención sobre los "tráficos innecesarios" encaja con el modelo urbano pontevedrés, "que levou á práctica as teorías que levan décadas escritas " para recuperar el espacio público para las personas, en especial para niños y mayores, y reducir el ruido, otras formas de contaminación y los accidentes.
"Estamos a anos luz de plantexamentos urbanísticos doutras cidades. Dígoo con humildade", señaló el alcalde, que manifestó que Pontevedra avanza hacia un modelo "integral" que también implantará el compostaje como alternativa a la incineración de la basura orgánica.
El edil Pablo Fernández aseguró que Pontevedra fue la única capital española en no enviar una solicitud al carecer aún de Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Según su estimación, la ciudad habría perdido más de seis millones de euros que podría haber invertido en "calmados de tráfico, vías verdes o peatonalizaciones". Estas subvenciones, que Santiago, A Coruña, Vigo, Lugo y Ourense sí han tramitado, están en fase de estudio.
El alcalde replica
El alcalde justificó este miércoles la ausencia en esta convocatoria por los últimos cambios introducidos en la elaboración de los PMUS, que se publicaron días antes de que terminase el plazo para la presentación de solicitudes. Miguel Anxo Fernández Lores aseguró que el Gobierno central lanzará nuevas líneas de ayudas vinculadas con la sostenibilidad a las que sí concurrirá el Concello. También acusó al PP de "non enterarse do que sae na lei", de "estar en contra do modelo urbano" y de no definir qué alternativa quiere para la ciudad: la limitación de los tráficos de paso, el cobro de peajes o el control de las emisiones de los vehículos.
