El Gobierno local del BNG acordó este lunes el rechazo a la obra de derivación de agua impulsada por Augas de Galicia para completar las carencias de abastecimiento del sistema de Vigo y el Sur de la Provincia, porque es "un atentado medioambiental".
De este modo, la capital de la provincia y cabecera de comarca ha mostrado su rechazo formal al trasvase del Verdugo. Lo ha hecho a través de un acuerdo de la Xunta de Goberno local, que en la mañana del lunes mostraba su oposición al citado proyecto.
La viceportavoz municipal, Anabel Gulías, afirmó en rueda de prensa que el plan supone "un atentado medioambiental contra a riqueza dos nosos ríos" y demandó una "solución" y "alternativas" a esta actuación proyectada con carácter de urgencia.
El acuerdo del Ejecutivo pontevedrés, en el que el BNG gobierna en minoría, será trasladado a la Xunta de Galicia y a la Plataforma de Defensa do Verdugo.
Anabel Gulías explicó que "dentro do seu compromiso de loita contra o cambio climático e de busca das alternatias máis ecolóxicas, efcientes e solidarias, o Concello de Pontevedra ten unha traxectoria contrastada de respecto polo medio e, nomeadamente, polo coidado, saneamento, mantemento e aproveitamento racional dos recursos dos que nos fornecen os ríos e cursos de auga que percorren o noso territorio".
El acuerdo de Pontevedra se adopta, según el Gobierno local, "diante da alarma xerada nos últmos días polas noticias dun transvasamento de auga dende o río Verdugo ao sistema de abastecemento de Vigo".
El texto aprobado por la Xunta de Goberno local incluye tres puntos. El primero es el que califica como "gravísimo atentado" el desvío del cauce al sistema de abastecimiento de Vigo, al tiempo que recuerda que este "tería un impacto ecolóxico moi importante con consecuencias nas correntes, nas sedimentacións, na fauna do río, na dilución da depuradora e nas salinidades".
El segundo punto rompe una lanza en favor de los mariscadores y pescadores, aludiendo a que "a desembocadura do Verdugo e os bancos marisqueiros de Arcade son un recurso económico de primeira orde que seguro ían verse negativamente afectados" por la medida.
El tercero alude a la falta de garantías con que se está tramitando la medida, "que non conta con informe ningún que demostre a súa viabilidade para resolver os problemas de abastecemento de Vigo". El acuerdo se remitirá al resto de concellos afectados y a la Xunta de Galicia.
Dentro de las medidas promovidas para luchar contra el trasvase estaba la propuesta para realizar una reunión en la que se contaba con todos los concellos de la cuenca del Verdugo pertenecientes a la comarca. Es decir, con Ponte Caldelas, Soutomaior, Pontevedra y A Lama.
La semana pasada se aplazó dicho encuentro por motivos de agenda de los cuatro concellos, aunque el interés de los regidores y responsables municipales por el encuentro parece confirmado.
Así, la cita podría reunir a dos alcaldes populares, uno del PSdeG y uno del BNG, bajo el paraguas de un mismo objetivo, evitar el desvío del caudal del Verdugo al sistema de abastecimiento de Vigo y otros diez concellos.
Aunque, de momento, se desconoce la nueva fecha del encuentro, el alcalde de A Lama, Jorge Canda, ha dejado ver su intención de asistir. La cuestión encierra novedades, porque, si bien el regidor popular de Soutomaior, Agustín Reguera, se ha postulado ya en contra de la medida y lo ha ratificado con un acuerdo plenario, en A Lama, concello también gobernado por el partido que ostenta la Xunta, hasta el momento, no se ha tratado la cuestión por ser un municipio que está aguas arriba del punto de captación.
El regidor de A Lama, Jorge Canda, sin embargo, sí se ha mostrado partidario de analizar la situación y cooperar con los demás alcaldes en esta causa. "Non pode haber transvasamento sen estudos ambientais. Se me convocan, alí estarei. Acudiría a unha reunión sobre o asunto», explicó este lunes, aunque posteriormente matizó que "aínda non temos sobre a mesa a convocatoria, pero entendo que participarei, sempre dependendo de quen e de en que termos se convoque», señaló dejando entrever el interés porque ninguna fuerza política capitalice en su favor esta movilización.
Sobre la cuestión del río, Canda fue claro: "ao principio parecía que ían secar o río e iso non se pode consentir. Tampouco se pode actuar polas bravas, sen os estudos ambientais pertinentes. En canto á seca, está claro que a hai e que a situación sería moi complicada sen chuvias. O que hai que pensar é que a un río que xa vén seco non se lle pode sacar caudal porque si, porque acabarían co medio».
