Son días de compras, de tarjetas de crédito echando humo, de paquetes envueltos en papel brillante, de colas en las tiendas... Pero los ayudantes de los Reyes Magos también cuentan con otras opciones para encontrar regalos que tengan, además, una vertiente solidaria y con cuya adquisición se pueda apoyar causas benéficas.
Una de estas alternativas es el mercadillo que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) tiene desde el pasado mes de noviembre en un enorme local de la calle Michelena, un céntrico espacio ocupado anteriormente por una oficina del Banco Santander que le ofrece una visibilidad sin igual.
"Fenomenal, nos está yendo muchísimo mejor que otros años. Estamos en el centro de Pontevedra y la gente está respondiendo muy bien", destaca Sonia Torres, encargada del turno en la mañana de este sábado. En cada uno trabajan nueve personas, lo que supone "un montón de gente", toda ella voluntaria, que recoge las donaciones, las clasifica, las valora, las organiza y atiende a los clientes.
El local abre de lunes a sábado, de 10.30 a 13.30 y de 17.30 a 20.30 horas. Después del descanso de este domingo y este lunes, atenderá al público desde el martes hasta el 15 de enero, aunque ya sin recoger donaciones.
El objetivo era recaudar 22.000 euros para sufragar los diferentes programas que tiene en marcha la asociación y, aunque Torres desconoce el dato actual, si su percepción es buena, se habrá logrado con creces. Y todo gracias a la solidaridad de las personas que no solo donan sus objetos, sino de quien los compra. "La ropa es lo más demandado, sin duda. Y en estos días los juguetes", apunta Sonia. A ello contribuye, "sin duda, que la gente está muy concienciada de la importancia de utilizar prendas de segunda mano. La misma que las dona se lleva otras".
Asegura que la respuesta de la ciudadanía es "impresionante, hay que vivirlo y estar aquí para verlo. La gente de Pontevedra es muy solidaria".
OFERTA. Perfectamente clasificado, en el local puede encontrarse, además de ropa y calzado, una gran variedad de juguetes, mobiliario, objetos de decoración, libros, música y películas e incluso antigüedades que hacen las delicias de los expertos del sector.
"Viene gente de todo tipo, de todas las clases sociales, alguna que nos sigue año tras año y muchísima gente nueva. Unos donando, otros comprando. De hecho -apunta Torres-, aún acaba de venir ahora un matrimonio a por una lámpara de bronce".
Entre los objetos más destacados figuran "muchas cosas de plata, de Sargadelos, lámparas de bronce, antiguas... Hay gente que viene todos los días para ver lo que va entrando". La AECC no recoge en este local donativos directamente, pero sí tiene a la venta material de merchandising para recaudar fondos, así como las pulseras, a siete euros, que elaboran los pacientes del taller de bisutería durante sus esperas para recibir quimioterapia. "En esos momentos se olvidan de todo".
