Pontevedra es la segunda ciudad gallega que más gente atrajo para vivir en el año del covid

El atractivo de la ciudad de Pontevedra para vivir queda patente con cada nueva estadística publicada y convierte a la Boa Vila en la ciudad gallega con mayor capacidad de atracción de nuevos residentes, únicamente superada por la capital de la comunidad, Santiago de Compostela. También ocurrió así durante el difícil año de la pandemia. El municipio lerezano se convirtió durante el 2020 en la segunda gran urbe gallega que más población nueva logró consolidar, en gran medida gracias a la llegada de vecinos de diferentes nacionalidades extranjeras.

De hecho, el saldo del padrón en las siete grandes ciudades de Galicia deja nuevamente a Pontevedra y Santiago como las dos únicas zonas de la comunidad autónoma que acabaron el pasado ejercicio con más población censada de la que tenían al inicio del año. Concretamente, Pontevedra finalizó el trágico 2020 con 204 vecinos más en el padrón de residentes tras recibir a 2.776 nuevos ciudadanos y dejar escapar a 2.572. El papel preponderante en este saldo es el de los extranjeros, ya que a lo largo del año llegaron 426 (203 hombres y 223 mujeres) y se marcharon únicamente 131 (66 hombres y 65 mujeres). Al final, Pontevedra perdió en su padrón 91 ciudadanos españoles y, a cambio, ganó 295 de otros países.

Comparado este resultado con el resto de grandes conurbaciones gallegas, la conclusión es excelente para la Boa Vila. A Coruña perdió 775 vecinos, Vigo se quedó con 376 menos, a Ourense le faltaban a 1 de enero de este año 102 residentes antiguos, Ferrol acabó el ejercicio con 192 bajas finales y Lugo perdió 193 empadronados en el total del año. Por contra, Santiago de Compostela, que lidera las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística, ganó 503 vecinos, si bien el doble Año Santo compostelano, junto con la capitalidad y la centralidad administrativa del aparato de gobierno autonómico, son factores de atracción determinantes imposibles de localizar en el resto de los grandes municipios.

Como curiosidades en el conjunto de datos facilitados por el INE, Vigo figura como la urbe gallega que más extranjeros recibió en 2020, con un total de 1.982. Le siguen A Coruña, con 1.856, y a mayor distancia Santiago, que atrajo a 769. La capital herculina es, por contra, la que más nuevos vecinos nacionales logró en el año de la pandemia, con un total de 6.039, frente a los 4.677 de Vigo, los 3.231 de Santiago o los 3.010 de Ourense.

En el análisis provincial, los cuatro territorios en los que administrativamente se divide Galicia ganaron población. Durante el ejercicio de 2020, llegaron a Pontevedra 4.496 personas más de las que se marcharon, convirtiéndose así en la segunda con mejor saldo residencial después de A Coruña, donde en el conjunto de sus municipios se ganaron 5.474 residentes. Ourense acabó el año con 2.569 vecinos más de los que tenía en enero, mientras que Lugo ganó también 2.077 vecinos.

En recientes encuestas de satisfacción, según el observatorio urbano local, los ciudadanos pontevedreses valoran en mayor medida el modelo de ciudad a la hora de priorizar las razones por las que elegirían a Pontevedra para vivir. La orografía llana del municipio, sus espacios verdes y peatonales, las infraestructuras deportivas o culturales y la "vida en la calle" que se trabaja como opción desde las administraciones son los elementos que configuran los principales atractivos. En el apartado de preocupaciones o inconvenientes está en primer lugar el elevado desempleo, cuestión común al resto de grandes municipios gallegos.

Sanxenxo, Poio y Vilagarcía, las ciudades que más vecinos ganan

Caldas, Bueu y Soutomaior aparecen en la estadística de 2020 como los concellos del área que menos población han logrado atraer

Sanxenxo, Poio y Vilagarcia son los tres municipios de la zona norte de la provincia que más población nueva lograron atraer durante el 2020.

El concello sanxenxino recibió en total 803 nuevos residentes y perdió 477, con un saldo final de 326 vecinos más. De Poio salieron el pasado año 628 vecinos pero llegaron 849, que arrojan un saldo positivo de 221 nuevos ciudadanos. En Vilagarcía, el balance final es de 174 vecinos, a partir de los 1.260 que llegaron y los 1.081 que abadonaron el Concello.

Lalín, Vilaboa y Marín son las siguientes localidades con un mejor saldo en el año del covid- 19. En la villa lalinense hay 161 vecinos nuevos, tras llegar 607 y marcharse 448. Vilaboa contabiliza 141 empadronados más, con sus 288 altas y sus 147 bajas anotadas en 2020. Y en Marín hay ahora 118 ciudadanos más que en 2019 gracias a los 762 vecinos que se dieron de alta en 2020 frente a los 644 que se perdieron.

En la parte baja de la tabla figuran los municipios de Caldas, Bueu y Soutomaior, todos ellos con un balance positivo de ciudadanos computados en sus padrones, pero con crecimientos por debajo del centenar. En el caso de Caldas de Reis, hay ahora 78 ciudadanos más, tras perder 270 y acoger a 348. En Bueu el saldo es de 76 nuevos habitantes, después de registrar 308 altas y 232 bajas. Y en Soutomaior son ahora 76 más que a principios de 2020, tras anotar 355 llegadas y 279 salidas.