La premura de los acontecimientos hacen difícil presagiar cuáles serán las consecuencias que traerá consigo el conflicto auspiciado por Rusia en la patronal pontevedresa. Sin embargo, como ha sucedido con muchos otros sucesos ocurridos a miles de kilómetros de distancia, es muy posible que el tejido empresarial de la provincia acabe acusando las sombras de la guerra. Con sus pros y sus contras, hasta la pyme más pequeña trabaja en un mercado globalizado.
La tensión en las cadenas de suministro de gas amenaza con agravar la crisis energética y qué decir de la falta y encarecimiento de materias primas o de los problemas de transporte. Con una guerra en el frente, es difícil que la situación mejore.
A escala local el conflicto también abre interrogantes alrededor del comercio internacional que practican las empresas de Pontevedra con las zonas en conflicto. El Instituto Galego de Estatística (IGE) no llega a desglosar las exportaciones a nivel de Ucrania, pero sí lo hace a nivel de Rusia, a donde el año pasado el tejido empresarial de la provincia exportó productos valorados en 61 millones de euros.
La facturación todavía se aleja del pico de exportaciones al país soviético que se registró en 2013 (más de 154 millones), pero es la más elevada desde el año 2014.
¿QUÉ SE EXPORTA? La industria química de Pontevedra es, sin duda, la que mantiene una relación comercial más estrecha con Rusia. De los 61 millones que alcanzaron las exportaciones, casi 28 se debieron a la comercialización de productos químicos, lo que representa casi el 50% de las ventas al exterior al país soviético.
El ranking continúa con los vehículos y piezas de automoción, que supusieron una facturación de 11,5 millones. Y sigue con la exportación de maquinaria; concretamente con aquellas etiquetadas en la categoría de reactores nucleares, calderas, artefactos mecánicos y piezas complementarias, en las que Rusia invirtió el año pasado 9,8 millones.
Las manufacturas de piedra y cemento significaron exportaciones valoradas en 3,6 millones y las manufacturas de caucho se aproximaron al millón de euros.
¿QUÉ SE IMPORTA? En sentido inverso empresas de la provincia de Pontevedra importaron a lo largo de 2021 desde el territorio ruso un amplio abanico de productos valorados en 60,2 millones de euros, un importe que, por cierto, también se ha visto incrementado en los últimos tres años.
Entre ellas, destaca el peso de las importaciones de fertilizantes elaborados en Rusia (que el año pasado alcanzaron los 28 millones de euros), de aluminio y objetos elaborados con este metal (12 millones), de pescados y mariscos (10 millones), de madera y manufacturas madereras (4,1 millones) y de distinta maquinaria (2,9 millones).
En el ranking de exportaciones de la patronal pontevedresa, Rusia ocupa el puesto número 25, aunque Pontevedra es la provincia de Galicia que más factura al país soviético. A Coruña se quedó el año pasado en los 59 millones, Lugo en los 407.000 euros y Ourense en los 396.000 euros.
Preocupación en Asime
A nivel nacional, las categorías más exportadas desde España a Rusia son maquinaria y aparatos mecánicos (17,1% del total de exportaciones); prendas de vestir (11,2%), vehículos (9,1%), prendas de vestir de punto (5,5%) y conservas y zumos (3,9%).
En cuanto a importaciones, el 82,7% de las compras que realiza España al país soviético son combustibles, a las que se suman las adquisiciones de fundición de hierro y acero (5,9%) y productos químicos (2,2%).
La patronal: "El impacto de la guerra en Ucrania va a ser mayor de lo que creemos"
El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, asegura sin ningún ápice de dudas que "el escenario" que plantea la guerra iniciada por Rusia "es adverso". No solo por el impacto humanitario inmediato, "ya que tenemos un conflicto armado a las puertas de Europa", sino porque el portavoz de la patronal pontevedresa está convencido de que la contienda "complica aún más el escenario económico", ya tocado por el encarecimiento de energía, la falta de stock de materias primas y los problemas de logística.
Entre las amenazas más próximas Cebreiros aludió a "la incertidumbre sobre el suministro de gas ruso" que abre la batalla y a las consecuencias que implicará la brecha política para la Unión Europea que, según dijo, "no ha hecho los deberes en materia de estrategia de industrialización".
El presidente de la CEP advierte de que el conflicto abre la incertidumbre sobre el suministro de gas y agrava la debilidad industrial de Europa
El presidente de la confederación subrayó durante un desayuno con los medios informativos que la dependencia de Europa de la importación de microchips, componentes y materias primas es "una consecuencia directa de que las autoridades europeas no hayan definido con claridad una estrategia industrial". A su modo de ver, la UE ha priorizado la protección del medio ambiente y la sostenibilidad por encima de las necesidades industriales, lo que ahora dificulta la producción de determinados materiales o bienes y lo que ha forzado la deslocalización de empresas productoras. "Hace tiempo que se perdió el tren de la competitividad y que comenzó la dependencia de otros bloques, como pueden ser EE UU como potencia de industria del conocimiento o Asia con las materias primas baratas", advirtió.
Esto le hace pensar que "el impacto de la guerra en Ucrania va a ser mayor de lo que creemos", y sobre todo porque considera que "la UE no se va a ocupar de definir su modelo industrial en el corto plazo, sino que tendrá que ocuparse de contener el conflicto".
La Unión Europea no se va a ocupar de definir su modelo industrial a corto plazo, sino que tendrá que ocuparse de contener el conflicto
¿Qué ocurrirá a nivel provincial? Cebreiros evita hacer quinielas, pero confía en que Pontevedra seguirá siendo la quinta provincia exportadora a nivel nacional y la sexta importadora, así como la provincia gallega líder en importaciones y exportaciones.
PREOCUPACIÓN EN ASIME. El secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), Enrique Mallón, mostró este jueves su preocupación por las consecuencias para el sector del conflicto. Según dijo, "la automoción gallega tiene una relación comercial directa con los territorios de Rusia y Ucrania, pero también la industria naval, instalaciones de frío, tubería industrial", de ahí que "la preocupación" sea "máxima".
La industria del metal traslada su "preocupación máxima"
Además, destacó que cuando se empiece a imponer sanciones económicas a Rusia, la industria gallega y la economía mundial se verán afectadas, sumando un nuevo hándicap a un mercado poscovid plagado de obstáculos.
