Pontevedra incumple aún la Ley de Memoria Histórica

El Concello mantiene honores públicos a cuatro altos cargos de la dictadura: dos ministros, un capitán general y un teniente coronel ► Fermín Guitérrez de Soto fue nombrado Hijo Adoptivo de la capital provincial en 1939, Salvador Moreno en 1942, Juan Antonio Suanzes en 1963 y Ángel Ramírez de Cartagena y Marcaida en 1967
Salvador Moreno, Gutiérrez de Soto, Juan Antonio Suanzes y Ángel Ramírez. CEDIDA, ADP, RAH, GUARDIA CIVIL
photo_camera Salvador Moreno, Gutiérrez de Soto, Juan Antonio Suanzes y Ángel Ramírez (de izquierda a derecha). CEDIDA, ADP, RAH, GUARDIA CIVIL

El cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007, que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez prevé reformar, sigue teniendo materias pendientes en Pontevedra. Y no solo por la conservación de símbolos de la dictadura, como el escudo del aguilucho que preside la fachada de la Audiencia Provincial, un edificio que depende de la Xunta, sino también por los honores públicos que aún ostentan altos cargos del franquismo.

El Concello mantiene como Hijos Adoptivos de la ciudad a cuatro representantes de un régimen que atentó contra los derechos humanos y las libertades en España. El militar Fermín Gutiérrez de Soto fue el primero en recibir esta distinción. La Corporación municipal se la otorgó en 1939.

De origen sevillano, Guitérrez de Soto dirigió el Cuerpo de Ejército de Galicia durante la Guerra Civil, una unidad creada por los sublevados. A partir del golpe de Estado, que fulminó el gobierno democrático de la Segunda República, su carrera ascendió de forma meteórica. Siempre bajo el paraguas del caudillismo. De coronel por méritos de guerra pasó, a mediados de la década de los 50, a capital general, el rango más alto del Ejército. En 1960, la Corporación municipal amplió su homenaje a este militar al concederle la Medalla de Oro de Pontevedra, la máxima distinción de la ciudad.

Salvador Moreno, que fue capitán de fragata durante la sublevación militar, es Hijo Adoptivo de la capital provincial desde 1942. En aquel año ocupaba ya la cartera de ministro de Marina, un cargo de la dictadura, con la que colaboró de forma activa.

Gutiérrez de Soto, que participó de forma activa con el franquismo, también posee la Medalla de Oro de la ciudad, otorgada en 1960

Después de su etapa ministerial, en la que ejerció su influencia para que Marín fuese la sede de la actual Escuela Naval, Moreno alcanzó el rango de almirante. Y años más tarde daría nombre a una calle de Pontevedra y a un colegio situados ambos en el barrio de Mollavao. En 2002, el Concello retiró a exministro franquista del callejero municipal cambiando su placa por la de la escritora Rosalía de Castro. El centro educativo, de carácter privado y adscrito al Ministerio de Defensa, todavía lleva su nombre.

Juan Antonio Suanzes Fernández fue declarado Hijo Adoptivo de Pontevedra en 1963, tres años después de que el dictador Francisco Franco le concediese el título de marqués. El ferrolano, que había hecho carrera militar antes del golpe de Estado, fue nombrado ministro de Industria y Comercio en 1938.

Su trabajo al frente del sector secundario lo llevó a presidir el Instituto Nacional de Industria (INI), un organismo creado en 1941 desde el cual impulsó la ocupación de los 612.500 metros cuadrados que más tarde ocuparía la Empresa Nacional de Celulosas en la parroquia pontevedresa de Lourizán. La vinculación de Suanzes con el complejo industrial fue tal que hasta dio nombre al antiguo colegio del poblado de Celulosas. El centro educativo cerró en la primera década de los 2000.

El cuarto alto cargo del franquismo en recibir la distinción de Hijo Adoptivo de Pontevedra fue Ángel Ramírez de Cartagena y Marcaida. Esta se formalizó en 1967, un año después de convertirse en director general de la Guardia Civil. Con anterioridad a esta etapa desempeñó varios cargos del escalafón militar: desde teniente coronel hasta subinspector de la Legión.

En 2015, Pontevedra también retiró la Medalla de Oro al caudillo, que la había recogido en 1944

CALLES. El Concello sí ha retirado otras menciones que, de alguna manera, ensalzaban la dictadura. En julio de 2000 se retiró la placa en homenaje a Franco de la Casa Consistorial y se suprimieron del callejero local nombres vinculados al régimen, como Paco Leis, Calvo Sotelo, General Mola, Bernardino Fondevila, Salvador Moreno, Vázquez Lescaille y Fernández Ladreda.

En 2015, Pontevedra también retiró la Medalla de Oro al caudillo, que la había recogido en 1944.

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