El Ayuntamiento de Pontevedra ha puesto en marcha este jueves una consulta vecinal con la que inicia el proceso de elaboración del nuevo contrato de limpieza viaria y tratamiento de los residuos urbanos.
El concejal responsable de su gestión, Raimundo González, ha señalado que el objetivo del gobierno local de Pontevedra es conseguir "entre todos" que el nuevo contrato sea "mucho mejor" y "más adecuado" a las necesidades de la Boa Vila que el actual, para mejorar así este servicio.
El punto de partida del gobierno local no está cerrado, por eso quiere conocer la opinión de la ciudadanía. De este modo, Raimundo González ha hecho un llamamiento a toda la población porque "es el momento en que todo el mundo pueda opinar".
En una rueda de prensa celebrada este jueves, el edil nacionalista ha recordado que "es el contrato con el importe económico más elevado del Ayuntamiento", ya que se aproxima a los 10 millones de euros.
El propósito del nuevo contrato es el cumplimiento de los objetivos europeos para lograr el reciclaje del 50% de los residuos en 2020
El actual contrato de la basura fue prorrogado hace dos años y finaliza su vigencia el 8 de junio de 2021. El Ayuntamiento trabaja con el horizonte de tener aprobados los pliegos entre junio y septiembre de 2020 y poder iniciar la licitación en septiembre del año que viene.
Raimundo González ha explicado que para facilitar la participación vecinal se ha habilitado un espacio en la página web municipal en la que cualquier persona puede hacer aportaciones y consultas, que se tratarán de contestar en el plazo máximo de 24 horas.
Paralelamente, el concejal mantendrá reuniones con diversos colectivos. La primera será con las Federaciones de asociaciones de vecinos el próximo martes, 3 de diciembre. A continuación se sucederán otras con la patronal y también con las asociaciones de ecologistas.
Al tiempo se continúa con las reuniones con las comunidades de montes y está previsto abrir una ronda por los barrios y las parroquias en los distintos locales sociales.
El propósito del nuevo contrato es el cumplimiento de los objetivos europeos para lograr el reciclaje del 50% de los residuos en 2020; el 55% en 2025; el 60% en el 2030 y el 65% en el 2035, todo ello en la apuesta del gobierno local por el compostaje.
