PONTEVEDRANDO...

Pontevedra en el National Geographic

No se trata de echar a los coches; se trata de echar a los que sobran, que en nuestro caso eran un 70%
Viandantes transitando por la calle Michelena, por la que todavía circulan algunos vehículos. GONZALO GARCÍA
photo_camera Gente paseando por la calle Michelena. J. CERVERA

Se habló esta semana pasada del artículo de la revista National Geographic, publicado en su versión internacional y en papel, en la que recomienda al público de habla inglesa 10 ciudades para ir de vacaciones sin coche y una de ellas es Pontevedra. Estas cosas ya no nos sorprenden, pero de todas formas me leí el reportaje gracias al traductor automático de Google, no a mi conocimiento del idioma de Boris Johnson, que es inexistente.

En todo caso bien, pero de la lectura del texto se desprenden varias cosas que nos hacen subir enteros. De los 10 destinos turísticos propuestos por National Geographic, 7 son islas, más bien islotes tan pequeños que no hay coches porque son innecesarios. Otra es Medina de Fez, la zona antigua y amurallada de Fez, en Marruecos, donde las calles son tan estrechas que sólo se permite circular caminando o en burro. Todo viene siendo así. Para llegar a más de la mitad de esas ciudades hay que ir hasta no sé dónde en avión privado como un rey emérito y luego coger un ferry o nosequé. En una de ellas dicen que hay una microcervecería. Así, en plan: "Gaste usted una fortuna para visitar esta isla donde no hay coches y disfrute de su microcervecería, pringao". A saber lo que es una microcervecería. Igual es que sólo pueden atender a los clientes de uno en uno porque no caben más.

De todas las ciudades que menciona la revista, Pontevedra es la única a la que se puede llegar de cualquier manera, sea en coche, en avión normal, en tren o caminando; es la única en la que el coche convive con el peatón en feliz armonía y es la única en la que hay calles peatonales porque nos da la gana, no porque no quepan, que de espacio público no andamos mal, que en la mayoría de los destinos citados, si mete usted un coche le ocupa media isla.

Es la única también que se puede disfrutar sin coche porque se ha hecho una reforma urbanística radical. Las demás llevan toda la vida de Dios siendo lugares donde sólo se puede mover uno caminando, o en burro en el caso del barrio antiguo de Fez. Tampoco tienen ningún mérito, simplemente son así. Nosotros nos lo hemos currado. En cuanto a población, en la gran mayoría de los destinos viven cuatro gatos y si acaso un microcervecero o una microcervecera.

Es la única, y eso lo señala la revista, que como destino turístico sirve de base para visitar otros lugares de interés, como Compostela o las playas próximas de nuestra ría. O sea que yo le recomiendo que si busca un destino para veranear sin sufrir las molestias de los coches, quédese en Pontevedra, que si las alternativas son las que son, no valen la pena. Y si de paso quiere conocer islotes exóticos sin coches, haga una visita a Tambo, que nos queda ahí al lado y no tiene usted que pagarse un avión privado. No hay de momento microcervecería, eso también hay que decirlo. No se puede tener todo en esta vida.

Bueno, bienvenida sea esta nueva mención que nos hacen en prestigiosos medios internacionales. Está bien que la fama y el buen nombre de Pontevedra traspase cada día más fronteras y lo haga en todos los idiomas, que aquí ya han venido a filmarnos gente de todas partes y más que vendrán. Ya puede ir Miguel Anxo Lores ampliando la paleta de colores pastel de sus jerséis para no salir en las teles de medio mundo siempre con los dos que tiene: rosa y verde.

Lo deseable es que no dentro de mucho, cuando se haga una lista de lugares para disfrutar sin coches se puedan encontrar ejemplos más parecidos al de la Boa Vila, donde los coches realmente circulan aunque en poca cantidad y que se hayan ganado un lugar en la lista por méritos propios, como es nuestro caso. Probablemente, si se dan prisa, en 10 o 18 años algunas de las ciudades que nos están copiando podrán estar junto a nosotros.

Puede que los del National Geographic no nos hayan comprendido del todo, hay que decirlo. Ese tópico de que Pontevedra es la ciudad sin coches no se ajusta a la realidad. Es inexacto. Sin vehículos privados, taxis o furgonetas de reparto esta ciudad sería un caos. No se trata, como a veces entienden por ahí, de echar a los coches: se trata de echar a los que sobran, que en nuestro caso eran un 70%, y entregar ese espacio a la ciudadanía, así de simple o de complicado, cosa que, por cierto, no han hecho ninguno de los otros 9 destinos propuestos por el National Geographic.

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