C ada día, cientos de visitantes pasan por la ciudad de Pontevedra atraídos por su historia, su gastronomía y, sobre todo, sus encantadores rincones. Con la trascendencia que han ganado las redes sociales en los últimos años, la búsqueda de la mejor fotografía es el objetivo de cualquier viajero que se precie y la ciudad del Lérez es el lugar perfecto para ello.
Empezando por la plaza de A Peregrina y terminando por el Pazo de Mugartegui, pasando por una gran multitud de enclaves de la ciudad, los visitantes tienen muy claras cuáles son sus preferencias a la hora de posar para una foto o de sacar el teléfono del bolsillo.
A pesar de que Pontevedra recibe una gran cantidad de visitas durante todo el año por ser una de las paradas fundamentales del Camiño Portugués, en los meses de verano crece sustancialmente la afluencia turística. Por eso, es habitual encontrarse con un gran grupo de personas inmortalizando el Santuario de la Virgen Peregrina o el ya famoso loro Ravachol en la misma plaza.
"La capilla de la Peregrina es preciosa, tanto la fachada como el interior y llevo ya un rato sacando fotos", no duda en admitir Rosario, procedente de un pequeño pueblo de Almería. Sin embargo, su marido, Enrique, Quique para los amigos, dice que se decanta más por "los jardines que están pegados a San Francisco (por los Xardíns de Casto Sampedro), con todos los árboles, las flores y la fuente. Además me pareció muy simpática la historia del loro de la antigua botica".
La mayor parte de los visitantes se declaran atraídos por las fachadas de piedra del casco antiguo de la ciudad. "Hemos pasado por una calle en la que los balcones estaban llenos de flores y no he podido resistirme a sacar la cámara", confiesa Laura, una joven peregrina procedente de Madrid.
"Personalmente, me ha gustado encontrarme con el Pazo de Mugartegui sin esperarmelo y por eso es lo que más me ha gustado fotografiar, porque además no había tanta gente como en otras zonas", explica José, de Ciudad Real, en compañía de su mujer, Mari Carmen.
Asimismo, las diferentes imágenes que están repartidas por las calles de Pontevedra también son un punto clave para los visitantes y sus cámaras. Esculturas como la famosa estatua de Valle-Inclán, situada en la plaza de Méndez Núñez, o la popularmente conocida como la de los músicos (Imagen de A Tertulia), situada en la plaza de San Xosé, aparecen cada día en multitud de fotografías. "A los niños les ha en gustado mucho sentarse en la silla libre con los hombres de la estatua", cuenta Manuel, de Barcelona, sobre sus hijos Sara y Manu.
"Cuando empezó a meterse el sol estábamos en el puente de O Burgo y nos encantó el reflejo en el río", confiesa Elena.
En definitiva, Pontevedra sonríe por sus cuatro costados para todo el que pasa por ella, desde las plazas más céntricas, hasta los lugares más escondidos, y por eso no son necesarios los filtros.
1. Igrexa Virgen Peregrina.
2. Escultura del Ravachol.
3. Ruinas de San Domingos.
4. Casto Sampedro.
5. Plaza de A Leña.
6. Plaza de A Ferrería.
7. Puente de O Burgo.
8. Escultura de Valle-Inclán.
9. Casa do Concello.
10. Pazo de Mugartegui.