Pontevedra pierde población por primera vez desde 1997 debido al éxodo del rural

La única parroquia cuyos habitantes aumentaron durante 2015 fue la de A Canicouva. El Padrón registra un descenso histórico de ciudadanos españoles y un repunte de extranjeros
El centro de la ciudad cerró 2015 con 63.000 vecinos censados
photo_camera El centro de la ciudad cerró 2015 con 63.000 vecinos censados

La salud demográfica de Pontevedra no pasa por su mejor momento. El municipio ha perdido población por primera vez desde 1997 y el principal motivo es el éxodo de vecinos del rural, que se han ido a vivir a otro lugar. Así se pone de manifiesto en los datos del Padrón municipal, correspondientes a 2015, que revelan que la única parroquia que contradice esta tendencia es la de A Canicouva.

El distrito en el que se proyecta la futura planta de compostaje ha incrementado su demografía gracias a la incorporación en el censo de cuatro vecinos. En total, la parroquia cuenta ya con 249, muy lejos, sin embargo, de los 318 que tenía en 2002.

La capital de la provincia despidió el ejercicio con 83.407 habitantes, 57 menos que en el anterior (cuando sumó 83.464 vecinos), interrumpiendo así el crecimiento poblacional que venía experimentando en los últimos 18 años. Cerca del 20% de ellos superan los 65 años, lo que pone de manifiesto un mayor envejecimiento de la población. En total, 16.186 pontevedreses han llegado a la que tradicionalmente se ha considerado la edad de la jubilación, lo que supone un 2,2% más respecto a 2014 y un 22,3% si se compara con la última década.

El centro urbano fue el único que aguantó la sangría demográfica de Pontevedra al cerrar 2015 con la cifra redonda de 63.000 residentes dados de alta en el Padrón, concretamente 191 más que durante el mismo período del ejercicio anterior.

Las estadísticas del Padrón municipal registran además un descenso histórico de los ciudadanos españoles que residen en el concello. Por primera vez desde 1996, año en el que comenzaron estos registros, se produce un decrecimiento anual de los vecinos que disponen de pasaporte español. En 2014 sumaban 80.044, una cifra récord hasta la fecha, pero al cierre de 2015, el número bajó hasta los 79.973.

Por el contrario, la población de otras nacionalidades repuntó respecto a hace dos años, cuando la población extranjera había decrecido. El pasado mes de diciembre, el número de censados sin pasaporte español era de 3.434 personas, ocho más que un año antes.

La mayor caída demográfica en el municipio se produjo en Marcón, que perdió 60 vecinos y se quedó con 2.124. Ponte Sampaio fue el único núcleo que mantuvo su saldo poblacional respecto a 2014, con 1.061 residentes.

El resto de vecinos del rural se reparten entre Alba (753), Bora (755), Campañó (1.871), Cerponzóns (742), Lérez (1.721), Lourizán (3.107), Mourente (1.996), Salcedo (2.099), Santa María de Xeve (865), Tomeza (1.007), Verducido (914) y San Andrés de Xeve (1.084).

El municipio cerró 2015 con 83.407 habitantes, de los que casi el 20% tienen más de 65 años. La población del centro sube y se sitúa en los 63.000 El centro de la ciudad cerró 2015 con 63.000 vecinos censados.