Pontevedra pone fin a diez días de fiesta

La música, el teatro, el humor y las actividades infantiles llenaron la ciudad y los barrios de gente ► Un multitudinario concierto de Café Quijano puso el broche de oro a las celebraciones
PRAZA DE ESPANA_ Festas da Peregrina_ Concerto de Cafe Quijano_
photo_camera Concierto de Café Quijano en Pontevedra. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La Boa Vila dice adiós a las Festas da Peregrina. Diez días en los que cada rincón de la ciudad se llenó de música y de teatro, y en los que hubo actividades para todas las edades y todos los gustos. Unas fiestas que pasarán al recuerdo por muchas luces y por muchas sombras. 

La semana de festejos comenzó con un pregón marcado por la polémica. Los gritos, bocinas y petardos por parte de los trabajadores de Ence intentaron frenar el discurso de Violeta Mosquera. Sin embargo, la batería de Bala y profesora de la academia de artes Bonobo se engrandeció y consiguió leer un texto marcado por el amor, la ecología y el feminismo. 

Tras el pregón llegó la música. Los pasacalles recorrieron, a lo largo de los diez días de fiesta, el centro de la ciudad y los barrios, haciendo que la ciudadanía se olvidase por unos minutos del coronavirus. Una pandemia que, inevitablemente, afectó a la hora de desenvolver la programación de las fiestas.

Las Festas da Peregrina se despidieron en la noche del domingo hasta el próximo año con Café Quijano. La Plaza de España era un hervidero de gente. Incluso se llenó el tramo de la calle Michelena que discurre entre la propia plaza y la Administración de Lotería nº1, por lo que la Policía Local y Protección Civil intentaban separar a la gente y abrir un pasillo. La asistencia al concierto parecía similar a la que consiguió Pol Granch el pasado lunes.

Con una puntualidad envidiable subieron al escenario los integrantes de Café Quijano, que llegaron a Pontevedra por primera vez desde la pandemia. Y lo hicieron para ofrecerle a sus fans los mejores boleros y los éxitos recogidos en su último disco, La vida no es la, la, la

Susana Seivane cerró la programación en A Ferrería y la banda del programa Late Motiv, en las pistas de Campolongo.

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