"Pontevedra no queda excluida de la pandemia de la obesidad"

El doctor Alfonso Yglesias recibe en su consulta a cada vez más padres preocupados por el efecto de las dietas vegetarianas en sus hijos adolescentes, aunque "la población infanto-juvenil con sobrepeso es muy superior a la que come correctamente"
El doctor Alfonso Yglesias. GONZALO GARCÍA
photo_camera El doctor Alfonso Yglesias. GONZALO GARCÍA

La irrupción de las dietas alternativas también es visible en la sociedad pontevedresa, especialmente las vegetarianas. El doctor Alfonso Yglesias Pereira, especialista en Pediatría y sus áreas específicas, explica desde su nueva consulta del Centro Médico de Pontevedra (Eduardo Pondal, 6) sus riesgos y beneficios.

Desde hace unos años se han puesto de moda las dietas que excluyen cierto tipo de alimentos. ¿Qué ocurre en Pontevedra?
En efecto, en los últimos años, ciertos planteamientos alimentarios que eran considerados anecdóticos han aumentado su frecuencia. En Europa se calcula que un 8-10% de los adultos sigue una dieta vegetariana y un 3,4 % en los Estados Unidos. Pero si se efectúa el cálculo por tramos etarios, en EE UU encontramos que el porcentaje sube al 25% entre los 25 y 34 años. Ello indica que es previsible una tendencia al alza en los años venideros. En España no existen datos oficiales de su incidencia pero en nuestra consulta diaria cada vez nos llegan más preguntas de los padres sobre qué hacer con su hijo o su hija adolescente, más éstas, que han optado por seguir una dieta vegetariana.

¿Cuáles están siendo las dietas más habituales?
En nuestro medio, según mi experiencia, la opción por el vegetarianismo es la elegida por la totalidad de las personas que se han decidido por una dieta alternativa. Otras dietas, la higienista, la crudívora, la macrobiótica, frugívora … no nos llegan a la consulta.

¿Estas dietas implican riesgo para la salud?
El riesgo para la salud de una dieta depende, obviamente, de sus aportes nutritivos. Una dieta saludable es aquella que permite un óptimo desarrollo durante la infancia y el mantenimiento de la salud. Para ello ha de ser suficiente en energía y nutrientes según la edad o el sexo, variada para facilitar el aporte de los macro y micronutrientes, y equilibrada, atendiendo a las proporciones recomendadas. Del total del valor energético del día, el 55% lo aportarán los hidratos de carbono, el 30% los lípidos y el 15% las proteínas.

¿Las dietas alternativas deben ser complementadas con nutrientes o vitaminas? ¿Es aconsejable realizar más controles sanguíneos?
Depende de la dieta de que se trate, pero si nos limitamos a las dietas vegetarianas, las más frecuentemente elegidas, se pueden dar unas pautas. La ovolactovegetariana, que excluye la carne y el pescado, es la que menos riesgo de carencias presenta, aunque puede conducir a un posible exceso de ingesta de grasas saturadas y colesterol, con riesgo de déficit de vitamina B12, vitamina D y yodo. La vegana, que excluye todo nutriente de origen animal, tiene riesgo de déficit de ácidos grasos omega-3 y de vitamina B12, vitamina D y yodo, por lo que las personas que sigan estas dietas han de reforzarlas con la ingesta de los nutrientes de los que carecen.

¿Y a nivel de población infantil?
n el caso de niños la alimentación vegetariana presenta otros inconvenientes: el mayor volumen de alimentos que deben consumir para cubrir sus necesidades energéticas, la menor digestibilidad de los alimentos vegetales –con especial referencia a la digestibilidad de las proteínas– y la falta de nutrientes presentes en alimentos de origen animal pero ausentes (o casi ausentes) en alimentos de origen vegetal. A los posibles déficits antes apuntados habría que añadir los de calcio, hierro y zinc, y hay que asegurarse de que se ingieren los aportes necesarios de ácidos grasos esenciales. Mi consejo es que, la persona que elija una dieta alternativa, no la inicie sin previa consulta a un experto en nutrición, y que posteriormente siga sus indicaciones, entre ellas la conveniencia de controles analíticos.

¿Qué les dice a los padres que piden su consejo sobre estas tendencias alimentarias?
La dieta más segura es la omnívora, pero no por eso se deben anatemizar (excluir) otras opciones. Es más, la dieta vegetariana tiene sus puntos positivos. Hay estudios en los que se encuentra una menor morbilidad y mortalidad relacionada con distintas enfermedades crónicas en los vegetarianos si se comparan con los que no lo son. Las dietas vegetarianas son más cardiosaludables por su menor contenido en grasa, colesterol y proteína animal, y a ser ricas en ácido fólico, vitaminas antioxidantes, magnesio y potasio, oponen una decidida resistencia a ciertas malas tendencias que toman los hábitos nutricionales en nuestra sociedad. Presentan menor frecuencia de tensión arterial elevada, estrés oxidativo, estreñimiento y dermatitis atópica y es rara la obesidad infantil. En todo caso, como decía antes, en el caso de los más pequeños las dietas excluyentes presentan inconvenientes suplementarios. Yo me siento más seguro si su incorporación a ellas es tardío, pasada la época puberal de rápido crecimiento, y si se prefiere la ovolactovegetariana a la vegana.

En la población pediátrica de Pontevedra, ¿qué es más habitual? El perfil que hace dieta, que come correctamente, que tiene sobrepeso...
Antes de que apareciera la covid, la Organización Mundial de la Salud consideraba la obesidad como la epidemia del siglo XXI y Pontevedra no queda excluida. La población infanto-juvenil con sobrepeso, por lo que tiene su dieta intervenida en diverso grado, es muy superior a la que come correctamente, aunque podríamos preguntarnos, dado el recurso cada vez mayor a las comidas industriales, en qué medida se puede hablar de una comida correcta.

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