Las cuartas elecciones en un año. El adelanto electoral en Galicia ha sorprendido a los partidos en Pontevedra, que no esperaban que Alberto Núñez Feijóo anticipase tanto la fecha para los comicios autonómicos. Las formaciones de izquierda consideran que ha sido el lehendakari, Íñigo Urkullu (PNV), el que ha marcado al PP gallego la data del 5 de abril para volver a las urnas aquí y en el País Vasco.
BNG, PSOE, En Marea y Podemos aseguran estar "preparados" para el 5A e incrementan la presión hacia Feijóo con duras críticas sobre su gestión, especialmente en lo que respecta a servicios públicos como la sanidad. La situación del sistema de salud será uno de las grandes caballos de batalla.
"Aparte desta sorpresa pola influencia vasca na política galega, tamén queremos destacar certo rasgo de covardía do señor Feijóo, que aproveita ese período de descanso que estaba a tener Ana Pontón por mór da súa maternidade para convocar estas eleccións precipitadas", expresó este martes la concejala y viceresponsable del BNG en Pontevedra, Anabel Gulías.
La edil nacionalista asegura que su partido "leva moito tempo preparado". "Xa demostramos nestes meses que o BNG ten propostas e ten capacidade. E é a única forza que pensa nos galegos e nas galegas. Temos a mellor candidata, que é Ana Pontón, que xa se vai incorporar ó traballo. Imos a por todas. Non nos poñemos límites. Eu estou desexando ver unha presidenta feminina e feminista na Xunta", afirma.
El teniente de alcalde de Pontevedra y portavoz del PSOE, Tino Fernández, sostiene que "estamos preparados non só para gañar as eleccións, senón para gobernar en Galicia e poñela no lugar no que lle corresponde". "O PP ten un proxecto esgotado e non ten ideas para afrontar os retos de futuro desta Galicia que, ademais, deixa absolutamente esnaquizada no que se refire ós servizos públicos", señala.
A la coordinadora de Marea Pontevedra, Peque González, muy próxima a la En Marea de Luís Villares también ve "moi significativo" que sea el Gobierno vasco "quen determine as datas das eleccións á Xunta". ¿Y cómo ve el 5A? "Gustaríame que comezara unha nova primavera que abrira as portas do cambio en Galicia, cun Parlamento con maioría progresista que conforme un goberno que avance nos dereitos sociais, que atenda a emerxencia climática e que poña énfase na educación, cunha mirada feminista", apunta.
El diputado pontevedrés Marcos Cal, del Grupo Común da Esquerda, surgido tras la división de En Marea, cree que el anticipo electoral "vén a amosar que Feijóo non ten proxecto de país para Galicia". El parlamentario, que milita en Podemos, defiende que "o mellor para Galicia é un goberno de coalición progresista, na liña do goberno do Estado, que traballe para as maiorías e deixe de poñer o país ó servizo das elites".
LA DERECHA. Las críticas de la izquierda parecen no inmutar a la derecha. El portavoz del PP de Pontevedra afirma que el adelanto electoral ha sido "responsable" y que, con ello, Feijóo "ha puesto los intereses de los gallegos por encima de cualquier otra consideración política o partidista". "Al convocar las elecciones el 5 de abril, Feijóo garantiza preservar la estabilidad institucional que ha caracterizado a Galicia en los últimos once años, ahorrándonos los meses de confrontación electoral que supondría la celebración de tres elecciones autonómicas (gallegas, vascas y catalanas) en pocos meses", explica Rafa Domínguez.
El PP buscará la cuarta mayoría absoluta consecutiva de su partido. "Estamos seguros de que otra victoria de los populares de Galicia nos otorgará presupuestos, estabilidad fiscal y todas las herramientas para continuar con la senda de crecimiento económico y social de estos años. Además tendrá tiempo suficiente para preparar el presupuesto de 2021 y la cita histórica del Xacobeo", señala.
El portavoz de Ciudadanos, Goyo Revenga (suspendido de militancia de forma cautelar) ve "lícita" la estrategia de Feijóo. Y su pronóstico para el 5A: "Me gustaría que el pueblo galleo dé el gobierno a partidos constitucionalistas y que queden fuera los independentistas y populistas".
LA PROVINCIA PONE EN JUEGO 22 ESCAÑOS
Las elecciones autonómicas volverán a poner a cero el marcador de los escaños en el Parlamento gallego. De los 75 diputados que hay en juego en la comunidad, 22 de ellos lo están en la provincia de Pontevedra.
En los comicios de 2016, el PP logró la mitad de los representantes por la circunscripción pontevedresa. En total, once parlamentarios. Entre ellos estaban el propio Alberto Núñez Feijóo, que encabezó la candidatura popular. Su número dos fue Alfonso Rueda, actual vicepresidente de la Xunta y líder del PP provincial.
En los puestos de salida de la lista se situaron otros seis políticos que luego ocuparían puestos de responsabilidad en el gabinete de Feijóo: los conselleiros Jesús Vázquez Almuíña (Sanidade), Román Rodríguez (Cultura) y Valeriano Martínez (Facenda); el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, y el exdelegado territorial de la Xunta en Vigo y actual presidente de la Comisión Galega de Competencia, Ignacio LópezChaves.
Aquellas autonómicas, celebradas el 10 de octubre, supuso un duro varapalo para el PSOE. Los socialistas perdieron el segundo puesto en la provincia en favor de En Marea, la coalición de izquierdas formada por Anova, Esquerda Unida y Podemos, que obtuvo cinco diputados. Aquella candidatura rupturista la encabezó Carmen Santos.
El PSOE de Abel Losada bajó a la tercera posición en Pontevedra al lograr cuatro escaños y el BNG, que situó a Luís Bará como cabeza de cartel, se quedó con dos, uno menos que en las elecciones de 2012.
La cita con las urnas de 2016 contó con la participación de 15 candidaturas.
